
Este blog abarca el arte y pensamiento en todas sus formas: cine,letras, poesía, novela, ensayos, fotografía...
lunes, 31 de marzo de 2008
Bitácora culinaria: Un oficio tentador

sábado, 29 de marzo de 2008
Simpatía por 'la' Diablo
La guionista del largometraje Juno (2007), Diablo Cody, ha saltado a la fama sorpresivamente. Podríamos resumir su retrato, partiendo de que el espíritu inconformista de esta chica, de origen tradicional, proveniente de una familia católica de Chicago, que egresó de la universidad de Iowa, y que tenía un marido y un trabajo, como muchas, un día se hartó de los horarios y ropa adecuada para la oficina, y se inscribió en un concurso de stripper. Dicen que no ganó, pero para ella fue un descubrimiento. Respaldada por su ahora ex marido, decidió convertirse entonces en stripper profesional. “Fue liberador, una forma de canalizar mi rebeldía. Nunca me llevé bien con los trabajos de 9 a 17 y camisa blanca. Había caído en un espiral descendente en mi carrera cuando estaba en una edad en la que se suponía que debía avanzar”, confiesa.
Cercana a los 30, descubrió que tampoco tenía alma de stripper, reflejándo-se en lo poco que ganaba en comparación a sus colegas. No, definitivamente no es la típica gatita sumisa que tanto atrae al tipo de hombres que frecuentan esos clubes. Dejó entonces la vida nocturna y empezó a colaborar en algunas revistas.
Ante tal sazón de anécdotas alrededor de Cody, se tejen ya mitos y verdades. Se afirma que Juno ha sido posible gracias al productor Mason Novick, que, mientras navegaba por internet, en busca de porno, descubrió un blog: Pussy Ranch, escrito bajo el pseudónimo Diablo Cody, quien relataba sus experiencias de stripper. A él le encantó su estilo humorístico y su naturaleza singularmente femenina, y no sólo decidió llevar la historia al cine, alentándola a que escribiera el guión, sino que también le ayudó a conseguir un editor para publicar Candy Girl, un libro en el que recogía sus picantes aventuras en el negocio de los clubes de stripper.
En 2007, la guionista estuvo en España, presentando Juno en el Festival de cine de Gijón, y declaró a la prensa: "Ha llegado la hora de escribir guiones de mujeres que plantean historias de mujeres. Siento que éste es un paso nuevo en la cinematografía norteamericana. En estos momentos, hay demasiados hombres escribiendo acerca de los hombres".
En febrero de 2008 Diablo Cody se hizo merecedora, de nada más y nada menos que del Oscar al mejor guión
. Toda una sorpresa, debido al escaso número de mujeres guionistas nominadas a los Oscar, como también lo fuera que una novata se llevara tal premio. Recordemos que solo Sofía Coppola, en 2004, fue la primera mujer estadounidense en tener tres nominaciones al Oscar: mejor película, mejor producción y mejor guión por la película Lost in Translation, llevándose la estatuilla al mejor guión.
La articulista y autora de prestigiosos manuales de guión, Cherry Potter, escribió un interesante artículo para The Guardian, titulado: El Oscar se olvida de ellas, en el que apunta:
Desde 1927, año en que empezaron a otorgarse los premios de la Academia, ninguna mujer ganó nunca el Oscar a la mejor dirección. Sólo dos mujeres estuvieron nominadas en esa categoría: la neozelandesa Jane Campion, por El Piano (1993), y la italiana Lina Wertmüller, por Pascualino siete bellezas (1976). En la categoría de mejor producción se impusieron tres mujeres, pero sólo como integrantes de un equipo. Wendy Finerman produjo Forrest Gump (1994) con dos hombres, y tanto Conduciendo a Miss Daisy (1989) como El golpe (1973) fueron producidas por equipos de marido y mujer.
Potter afirma que en la categoría guionista, las mujeres lo tienen mejor, ya que hasta la fecha seis mujeres lo han ganado: Jane Campion, por El Piano, y Callie Khouri (1991), por Thelma y Louise, sumándoseles a ellas dos equipos de marido y mujer por Testigo accidental (1985) y El séptimo velo (1946). Marjorie Lawrence, colaboró con el guión ganador de 1945, el de Melodía interrumpida. Cody se suma a esta corta numeración de premios, pero ciertamente alentadora.
Foto del New York Times
Pero, aunque a veces, algunas guionistas han hecho concesiones para entrar en el negocio, emulando la mirada masculina, resulta interesante que Cody no se sume a la postura convencional y comercial, aquella que no profundiza en los problemas, visiones e intereses de las mujeres, para abrirse paso en Hollywood.
Juno, dirigida por Jason Ritman, trata de una adolescente embarazada que decide no abortar y entregar su hijo a una familia de la alta clase americana. Aunque tiene todos los visos para un culebrón lacrimógeno, Cody lo convierte en un verdadero antidrama, gracias al fino humor que le imprime. Sus personajes son entrañables, en especial: Juno (fresca y convincente Ellen Page), con una fuerza potente, su vecino (estupendísimo Michael Cera), casi tonta y hermosamente enamorado de ella, la luchadora madrastra (Allison Janney)... todos ellos permiten conectar con lo verdaderamente humano.
Por otro lado, su guión también nos regala una excelente historia juvenil, ante lo cual afirma: “Los jóvenes están infrarrepresentados en el cine, y yo creo que en mis guiones se cubre un hueco, al ofrecer una imagen más real de lo que verdaderamente viven y son». En su antidrama queda también reflejada las diferencias de clases en los Estados Unidos, que la mayoría de su cine no suele mostrar. "En los EE UU esa división es muy grande. En el filme he contrapuesto a la clase trabajadora, sobre la que se depositan las esperanzas y la solidaridad, y la clase burguesa, expresada de un modo más frío y aséptico", ha descrito Cody. Aunque pretendan equipararla con Pequeña Miss Sunshine (2006), creo que le supera en sinceridad y se aleja de las trampas pretenciosas de un c
ine que catalogan como indie.
Los premios la han catapultado, y ella sigue trabajando ante esta puerta gigantesca que se le acada de abrir. Ya ha vendido varios guiones cinematográficos y está trabajando en The United States of Tara, comedia sobre una mujer con personalidad múltiple, basada en una idea del gran Steven Spielberg.
viernes, 28 de marzo de 2008
El calendario marca el equinoccio
miércoles, 26 de marzo de 2008
Espejos de la Memoria: 2- Rafaela Baroni
Muchas son las artistas que pueden formar parte de mi serie Espejos de la memoria, basada en autorretratos de mujeres artistas y escritoras. Hace un par de días, vi una película en la que alguien sufría un ataque de catalepsia, entonces recordé, inmediatamente, a Rafaela Baroni, venezolana, de Trujillo (La Mesa de Esnujaque, Andes venezolanos), artista popular o naif, que realiza, en su mayoría, tallas en madera y que tiene más de 30 años de trayectoria.

Toda la vida ha vivido en su pueblo, del cual ha salido solo una vez para ser internada en un psiquiátrico. Recuerdo que la vi por primera vez en un programa de televisión, cuando era yo adolescente. Decía, el periodista, que Rafaela había sufrido un par de ataques de catalepsia y que había sido velada en esas dos ocasiones. Es de esperarse, que su relación con la muerte, sea cercana. Como toda una performancista de vanguardia, la artista escenifica su muerte cada Viernes Santo, acostándose en una urna que ella misma ha creado. Lleva el cabello largísimo, es delgada y posee una mirada potente.
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Baroni afirma que comienza a dedicarse a la talla luego de que perdiera la vista dos veces, a causa de una crisis nerviosa. La Virgen, su curadora, quien se le aparece e
n esos sueños, la visita una vez más y le pide que haga tallas que la represente, para propagar la fe mariana. Es así como se inicia como artista y, con esa misma relación con lo divino, vive el día a día.El escritor argentino Sergio Chejfec, quien viviera en Venezuela unos 10 años, ha publicado una novela, titulada: Baroni: Un viaje (Alfaguara, 2007) en la que ella se convierte en eje de un viaje hacia parte del imaginario venezolano, viaje que realiza a través de una de una sus artistas populares más destacadas. Chejfec anota en su blog: Baroni es un personaje importante en la cultura venezolan
a de estas décadas, en gran medida porque actualiza y trastorna un mito perenne, el del artista autoconstituido, a través de cuya obra se produce una negociación de significados entre el mundo rural y el mundo así llamado moderno.Sus vírgenes y arcángeles son representación de ella misma, delgada, pelo largo negrísimo, pero también posee piezas en las que se autorretrata abiertamente, como la talla de La Mujer crucificada, que tanto impresionó a Chejfec en su viaje hacia Baroni y que él prefiere llamarla: La Mujer en la cruz. Ciertamente, la mujer, aunque atada a una cruz, no lleva los signos terribles de una crucifixión y, ahí está ella, con un hermoso vestido rosa que deja ver parte de sus piernas, maquillada coquetamente, y un loro, detrás que la acomp
aña.Más allá de la fuerza que encierran estos artistas, que hacen de su vida parte de su creación, como Frida Kahlo, Baroni imprime en sus tallas esa misma fuerza, sin olvidar la armonía en la composición, que abarca desde los colores hasta los finos detalles con los que culmina sus tallas, vírgenes y ángeles, con uñas pintadas de rojo al igual que los labios, pero no por ello menos místicas, ya que el rictus en sus rostros expresan cierta solemnidad y bondad según el caso.
Rafaela aún vive en Betijoque y teje sorprendentes amuletos sin agujas, pinta, organiza fiestas tradicionales, imparte talleres dentro de su comunidad y ha hecho de su casa un museo que lleva por nombre: el Museo del Espejo.
*La ciudad donde vive la artista ha sido corregida, posteriormente.
Un link de un texto autobiográfico de Baroni
martes, 25 de marzo de 2008
El útero que nos contiene
Piscóloga, fotógrafa, cantante ocasional, poeta y una altruista en ejercicio, así podríamos describir, a grosso modo, a Beatriz Rojas. Ha sido curiosa la relación que hemos establecido. Fue terapista de gente cercana a mí y luego nos conocimos dentro del entorno de artistas de la ciudad de Maracay, lugar en el que ella continúa residiendo. Un día, Beatriz se inscribió en uno de mis talleres de literatura, y aunque no eran talleres de creación, pude conocer sus poemas, breves, delicados e irónicos a ratos. Más adelante, le rogué que rompiera con la ortodoxia y que me recibiera en su consulta. Su generosidad y profesionalidad aún las agradezco, y cabe señalar que es una de esas profesionales, que corren el "riesgo" de que sus ex-pacientes formemos algún día un club de fans.
En aquel entonces, ella formaba parte de un grupo de fotografía, y se le consideraba aún una amateur. En algún momento estuvimos, no sé porqué extraña, pero maravillosa razón, bajo el ala enérgica del poeta y artista Juan Calzadilla, el cual hizo posible, entre otras cosas, que nos reuniéramos en una lectura de poesía, junto con otra amiga cercana, Milagros Cortez, en la mágica ciudad de Coro.
De eso, ha pasado algún tiempo y, Beatriz se ha abierto un camino sostenido en el mundo de la fotografía, entrando en Bienales y Salones de arte en Venezuela. No es un trabajo fotográfico común. Desde el inicio experimentó sin remilgos con lo abstracto, como también fue clara, su búsqueda de lo femenino en muchos de sus trabajos fotográficos: Néctar de manzana (que prometo entregárselos luego), Las mujeres del (parque) Henry Pittier, y éste último, que es un trabajo acerca de los úteros.
Los objetos entonces son un escenario onírico, cargado de expresión, uno cree reconocer lo que está viendo, pero no hay certezas. Sus imágenes son sugestión y búsqueda que invitan a ver más allá de lo que nuestros ojos acostumbran. Celebro su siempre lúdica visión, no hay solemnidad, lo que no hace su trabajo menos profundo. Además, valoro su rítmico sentido de la composición y del color. No dejo de interrogarme de dónde nacen estas imágenes, cómo se le ocurre que un objeto sirva para construir estos escenarios oníricos. Igual le sirven un mantel, una lámpara, una ranita de porcelana, todo ello cobra un significado distinto a través de su lente.
Es imposible no sentir, al ver estas fotos que me envía, un estado líquido, cerrado y silencioso. Es todo lo contrario de un discurso a voces, es un secreto, prometiendo ser una verdadera revelación.
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lunes, 24 de marzo de 2008
Eros a través de la mujer: 'Red Road' hot
cula producida en el marco de Advance Party -idea del polémico director Lars Von Trier, un concepto en el que tres realizadores escriben un guión cada uno basado en el mismo grupo de personajes. Las películas transcurren en Escocia, pero aparte de esto, los cineastas pueden decidir en qué punto geográfico viven los personajes, cuál es su puesto en la sociedad y de dónde proceden. Se puede desarrollar su pasado, incluso crear relaciones de parentesco entre ellos, pueden tener buenas o malas costumbres, y también es posible añadir personajes secundarios. Los personajes principales deben aparecer en las tres películas.
La película despertó en mí esa interrogante, de las diferencias femeninasMe viene entonces esas ganas (quizá muy gratuitas) de afirmar que sólo una mujer pudo haber sido capaz de realizar una escena como ésta. La mirada cinematrográfica, desde una perspectiva de género, siempre ha sido polémica. Y aunque la opinión de una sola mujer no cuente para tal afirmación, ciertamente enciende mi curiosidad. Me pareció también curioso, a manera de constraste, encontrar a un crítico calificarla como una "perturbadora escena de sexo explícito".
es-ciudadanos.
Evita el esteticismo, entregándonos la belleza en su justa medida, contenida en todos sus escenarios y planos, lo que calza perfectamente con la historia que se ha propuesto narrar.
Seguiremos desde acá, buceando a través de la mirada de las nuevas, singulares, escasas, y por qué no, a las ya famosas autoras del séptimo arte. De momento, démosle la bienvenida a Andrea Arnold.
Imágenes; Copyright © 2006 UK Film Council, Scottish Screen, Glasgow Film Office, BBC Films, Zoma Films, Verve Pictures, Sigma Films y Zentropa Entertainments5. Distribuida en España por Golem.
Vale la pena destacar la crítica que apareciera en el periódico 2o Minutos: http://www.20minutos.es/cine/cartelera/pelicula/29001/red-road/
¡¡¡La primaveraaaa!!!!
Tengo grabado en la memoria, como si de un vídeo clip se tratase, la expresión de alegría ante tal cambio. Estaba de visita en Madrid, en uno de mis bares preferidos que queda en La Latina, La Taberna angosta. Y como buena turista me pido una cañita o un vermuth de grifo, y el barman "pincha" la canción de José Mercé , Primavera, palmeando y cantando con euforia. Nunca vi tanta alegría al cantar una canción, y aunque la letra es más bien romántica, su ritmo es alegría pura, por lo que es ya para mí un himno a esta estación: (puedes pinchar acá para escucharla)
http://www.goear.com/listen.php?v=ea4e833
Serenidad que busco y no la encuentrooo
y viene la ansiedad, con ella el mieeedo
Instintos que siempre pueden conmigo
y que la sociedad los ve pecaaaao
La primaveraaaa
¡la primavera ya llegó!
la primaveraaaa
La primavera en mi balcón
para decirme que estaba soñando yo
Lamento no dejarles un delicado haikú o la Primavera de Vivaldi, la salida del sol, la floración y reverdecimiento de las plantas, solo me provocan cantar tan eufórica como aquel barman de Madrid: La primaveraaaa, ¡la primavera ya llegó! domingo, 23 de marzo de 2008
Dad la bienvenida al blog 'Osbobolongos'
Diálogos con la memoria
La memoria trabaja con la misma lógica oblicua y rebelde de los sueños.
El Arte de la fuga, (Barcelona, Anagrama, 1996) del escritor mexicano Sergio Pitol, es un libro que también ha viajado conmigo hacia todos mis destinos, libro en el que la memoria, la crónica y los pequeños homenajes son el eje narrativo éste.
gustaba cerrar en un momento de pathos. Una vez logrado, pasaba, como si nada, a relatar anécdotas sobre Cernuda, o de Lezama Lima, o de Prados, con quien mantenía una cerrada correspondencia... Yo a veces no podía resistir tanta intensidad, salía de allí con fiebre y pasaba algunos días enfermo en la pensión donde vivía".
Este retrato de una época y de un personaje ha sido inolvidable para mí, como también lo ha sido, el capítulo con el que cierra el libro, Viaje a Chiapas, a cerca del alzamiento zapatista, que tuvo lugar en San Cristobal de las Casas, en 1994, una crónica cercana a ese momento particular, en la que incluye un trozo de ese impresionante discurso, o comunicado que hiciese en momento el Subcomandante Insurgente Marcos. Imposible no emocionarse a través de los ojos de Pitol, gracias a su sensibilidad y, claro está, magistral escritura.viernes, 14 de marzo de 2008
Espejos en la memoria: 1- Olga Orozco
miércoles, 12 de marzo de 2008
Entre dos tierras (una gota y el océano)
Título: A contra corriente
Título: Pequeña parte de mí.
martes, 11 de marzo de 2008
El trópico reposa en la luz
(Venez.: Cariaquito; Esp.: Bandera española; lantana)
Estas florecitas adornaban el modesto jardín de mi abuela. Las he fotografiado en mi reciente visita a esa ciudad, Maturín, en la que mi infancia, vacaciones, calidez familiar, pero también aburrimiento, marcaron mi memoria.
Después de un largo invierno en Bavaria, como si de una primera vez se tratase, mis ojos no podían creer en la maravillosa luz que me regaló Venezuela a mi llegada. Son colores únicos y el adjetivo de vibrante en el sentido literal y no metafórico se puede apreciar en ellos.
Poderosa Concha
© Tina Modotti

lunes, 10 de marzo de 2008
Tropa Élite (Ganadora de la Berlinale 2008)
Tropa Elite (2007), realizada por el brasilero Jose Padilha, cuenta la historia de una fuerza policial especial, la BOPE, el mundo de las favelas y el precario equilibrio entre el sistema: policias que pactan con narcos, la a veces torpe "filantropía" de los niños ricos bien intencionados, etcétera.
Para los que hemos nacido en Latinoamérica, esta realidad nos es, lastimosamente cercana. Una excelente historia, narrada con buen ritmo, un protagonista profundamente humano que no resta a los personajes que acompañan la historia. El director intenta no condenar a ninguno de los "bandos". Presenciamos la dureza que a diario estos policías se enfrentan, al mismo tiempo que vemos la corrupción desmedida en la suelen desenvolverse, y de qué manera están atrapados en un sistema perverso. Ser un héroe tiene su precio.
Celebro también el inicio de la película, en la que por más de diez minutos no sabemos quién nos habla y quién es el protagonista de la historia. En algún momento, su narrador nos dice algo como: El sistema no está hecho para servir a los ciudadanos, está hecho para servirse a sí mismo.
Un mapachito que ronda

