jueves, 13 de diciembre de 2012

Felices fiestas... nos vamos de vacaciones

Queridas lectoras y lectores, nos vamos de vacaciones por esta temporada. En enero el blog volverá, acá os dejo algunas fotos que hice, estampas de los mercadillos navideños de Múnich que son considerados, junto a los de Núremberg, de los más bonitos de Alemania.

Felices fiestas y a disfrutar... os deseo un feliz año 2013.


















domingo, 18 de noviembre de 2012

Retratarse en los otros

Autorretrato de Lotte Jacobi, Nueva York, 1937.

"Mi estilo es el de la gente que yo fotografío"
Lotte Jacobi

Hace poco tuve la suerte de visitar en Colonia la exposición retrospectiva de la fotógrafa alemana Lotte Jacobi (Torun, 1896- Concord, New Hampshire, 1990) en el Museo Käthe Kolwitz. Había visto un par de autorretratos de ella en una exposición y poco más. Ha sido fascinante asomarse al trabajo de esta gran artista, en el que el retrato es uno de sus fuertes, pero tampoco se puede dejar de lado sus elegantes y originales  experimentos abstractos y muchos de sus trabajos en ciudades como Nueva York, Moscú, Bucarest...

La actriz Lil Dagover, Berlín, 1928. El encuadre y el juego con el pelaje 
y el perfil del perro es sin duda magistral. 

Jacobi es la cuarta de su generación familiar que se de dedica a la fotografía. Su bisabuelo Samuel, de procedencia judío sefardita, era un maestro en el arte del vidrio, e inicia el oficio dentro de la familia al viajar a París para conseguir con Louis Daguerre, allá por años 1840, una cámara y una licencia para fotógrafo. Vuelve a Torun y abre su primer atelier y las siguientes generaciones de hijos continúan el oficio. El padre de Lotte, Segismundo, se hizo con la sucursal en Torun cuando la pequeña Lotte tenía dos años de edad. Se muda la familia a Posnania y ya el atelier era avalado por el mismísimo káiser Guillermo Segundo de Alemania.

El actor Francis Lederer; Berlín, 1930.

Jacobi crece en un ambiente abierto, tolerante y cosmopolita. Aprende el oficio y trabaja en el estudio junto a su padre. Se casa y, un año después, en 1917 nace su primer y único hijo. Su matrimonio dura muy poco. Luego de la primera Guerra Mundial, y ante los cambios políticos, la familia se muda a Berlín. En 1920 abren un atelier en la Joachimsthalerstr., 5. Allí, pudo  vivir el enfrentamiento de dos épocas "El imperio del Káiser y sus iglesias neorománicas conmemorativas y la República de Weimar con sus experimentos de una nueva sociedad".


El actor Peter Lorre; Berlín, 1932.

La Berlín de ese entonces le ofreció a Lotte todo lo que esta ciudad de la vanguardia tenía: artistas experimentales, teatro político, danza expresionista, pero sobre todo, una nueva forma de concebir la fotografía. Sin duda, la Berlín de aquel entonces era un polvorín creativo y, a finales de los años veinte, era la ciudad ideal para el oficio fotográfico. Existían unos 600 atelier de fotografía en la ciudad, lo que impulsó a un montón de nuevas formas de fotografía, inéditas para ese momento,  y que diariamente aparecían en la prensa, como los  close-up, las tomas cenitales, en picado o su contrario, los ángulos de contrapicado y composiciones oblicuas. Igualmente, el mundo del espectáculo pedía nuevos cambios, y ya no estaban conformes con un simple crítica de alguna obra teatral, sino que también querían ver los entretelones y asomarse a la esfera privada de los ricos y prominentes. Ella escapa de esas demandas de la época, y prefería, para sus tomas buscar la conversación, aguardado a que se le revelase algún aspecto nuevo en aquellas personalidades, algún gesto espontáneo, buscado algún rasgo profundamente personal.


La bailarina rusa Niura Norskaya (Berlín, 1929). La composición con círculos: 
tanto del sombrero, el rostro y la boca es de una hermosura singular.



Sin duda Jacobi logra retratar la belleza intemporal de muchos rostros, como el de la bailarina rusa Niura Norskaya, pero quizá uno de sus retratos más célebres es el que le hiciera a la actriz Lotte Lenya (Berlín, 1929), en el que queda dibujada a la mujer moderna de la época: peinado de chico, cigarrillo en mano, abiertamente atrevida y provocativa, en una composición en el que el blanco y negro contrastan y enmarcan la poderosa, y no poco seductora, mirada de la actriz.


La actriz Lotte Lenya; Berlín, 1929.

Otro de sus conocidos retratos es el que realizó a los hermanos Mann: Erika y Klaus, hijos del más importante escritor alemán del siglo XX, Thomas Mann. El look andrógino de ambos, bastante típico en los círculos más intelectuales y modernos, juega un papel importante en esta foto. Ambos, se adoraban y puede apreciarse la admiración y confianza de uno con el otro, en el casi parece un juego de otredades, un espejo de lo que se comparte y se es.

Los hermanos Klaus y Erika Mann; Berlín, 1930.

En 1932 Jacobi estaba cada vez más en contacto con la izquierda intelectual, así que se embarca en un reportaje de ocho meses en un gran viaje hacia Moscú, Takiyistán y Uzbekistán,  y en el que hace alrededor de 6000 fotos. En los años siguientes, y ante la toma del poder del Nacionalsocialismo se le van cerrando puertas en los periódicos a la vez que disminuye la libertad de prensa. En el año 1935 se ve obligada a cerrar su estudio y parte al exilio, el cual la lleva, sola, finalmente hasta Nueva York.

Cerca del Central Park, en la 6º avenida, esquina con 57, abre un estudio y publica en el New york Herald Tribune algunas de sus fotos de artistas de su época de Berlín. Al principio, algunos periódicos compraron su fotos, pagando uno 25 céntimos de dólar por ellas, nada prometedor, ya que su estilo encajaba poco en la América de ese entonces. Por otro lado, ella no sintonizaba con la temática de moda: retratar el estilo de vida americano. Igualmente estaba mal visto entre los famosos reporteros gráficos de las grandes revistas, el uso, como hacía ella de su pequeña cámara Leica, la cual podemos ver en el autorretrato que abre esta entrada.


Las fotografías acerca de NY son realmente fabulosas, 
como este ángulo hermosísimo del puente de Brooklyn.


No fueron pocas las necesidades que la fotógrafa pasó en aquel entonces, cambiándose una y otra vez de piso y, para subsistir se veía obligada dedicarse a trabajos menores que detestaba: bodas, retratos de niños y demás celebraciones. Pero esa misma necesidad le llevó a cubrir reportajes curiosos, como el que hiciera en la Bolsa de Nueva York, una foto impresionante, en que quedan las huellas de un día de trabajo, ya todos se han ido, y cientos de papeles quedan en el suelo... Jacobi logra captar esa atmósfera del "cazador del 'broker' tras del dolar".

La escena artística que ella retrató tan bien de Berlín no se parecía en nada a la de Nueva York, así que busca contacto con bailarinas de la escuela expresionista alemana y crea una hermosa serie con estas bailarinas, en la que la fotógrafa logra crear sus propias coreografías a través de la danza de todas ellas.



La fotógrafa, el físico y la ética


Albert Einstein; Princeton, New Jersey, 1938.

Lotte Jacobi conocía a Albert Einstein y no pocas veces se encontraban en Berlín, y compartían, entre otras cosas, su aversión por las convenciones sociales, a la vez que ambos estaban influenciados por la ética humanista. Einstein solo se deja retratar por ella para la revista Life (1942) y, curiosamente, quien encarga las fotos solo rechazó una, que hoy en día terminó siendo la más célebre, en la que aparece el genial científico pensativo, enfundado en una chaqueta de cuero, tomando notas en un sofá de su casa de Princeton, fue precisamente esta rechazada porque el editor lo consideraba como un retrato muy poco americano.

En 1941, al intervenir Estados Unidos en la II Gerra Mundial la situación para muchos judíos en Norteamérica empeora, siendo vistos como "El regalo de Hitlers a EE UU" y a la vez como unos "enemigos extranjeros", cuestión que hizo empeorar su situación laboral en Nueva York, en el que las puertas se cerraban unas tras otras. Estas penas se vieron amainadas con el feliz matrimonio que vivía al lado del editor alemán Erich Reiss, desde 1940. La pareja se muda a un piso mejor con un estudio cerca del Central Park, en donde viven muchos intelectuales y artistas, llenos de cafés y galerías que de alguna forma revivían sus tiempos de la vanguardia berlinesa.


Marc e Ida Chagall; Nueva York, 1946.


Poco a poco Jacobi se va abriendo paso en el mundo de la fotografía en América y su éxito se va reafirmando. Sin duda son memorables muchos de sus retratos como el de el pintor Marc Chagall y su hija Ida, en el que la felicidad, el amor y la complicidad se pueden  ver claramente asomados en dicha foto.



Y se hizo la luz
En 1946, surge una de las etapas como artista más interesantes en la que empieza a experimentar con la luz, creando su famosa serie Photogenics, en la que no utilizaba muchas veces la cámara, trabajo que va desde lo más abstracto o bien hacia el juego de formas casi escultóricas y por momentos levemente surrealistas.

"Photogenic" Pauline Koner; Nueva York, 1950.


Esta época le permite a la artista ir más allá de los retratos, jugando con la luz y las formas con una riqueza creativa y potente, dando paso a la subjetividad, las transparencias, líneas y volúmenes  a través de los blancos y grises.



Lotte Jacobi siguió involucrándose en causas antibélicas y antidemocráticas. Tras la muerte de su marido, en 1951, se refugia en más actividades artísticas y comienza con una organización de exposiciones de arte en su propio estudio, la galería Lotte Jacobi. Años más tarde, se muda a New Hampshire, e imparte cursos en la universidad de Durham, recibiendo más tarde por esta misma universidad  el Doctorado Honoris Causa en Bellas Artes. En 1985 muere su hijo y ella se muda a una residencia para ancianos.

Muere el 6 de mayo en Concord y su obra, que ella había vendido al galerista Stephen White es vendida más adelante al Museo de Arte Fuji de Tokyo.



Fuente: Catálogo de la exposición de fotografías de Lotte Jacobi, en el Museo Käthe Kollwitz de Colonia, realizado por  Marion Beckers y Elisabeth Moortgat; editorial Wienand, 2012


Un link con más fotos

domingo, 21 de octubre de 2012

Rectificaciones

Hace un par de años escribí un artículo entusiasta acerca de la bloggera Yoani Sánchez. Tiempo después mi opinión cambió totalmente acerca de lo que mi entusiasmo me había arrastrado, gracias al premio Ortega y Gasset 2008 de periodismo digital que se le había otorgado. Hace mucho que venía dando vueltas en la cabeza la idea de quitar esa entrada.

Hace dos semanas, me lo hizo recordar un lector o lectora anónima, esa idea que tenía de desdecirme de aquella entrada,  gracias a sus palabras, con las cuales comulgo, en la que me decía con total respeto que esperaba que me hubiese dado cuenta de lo que en verdad era este personaje. Ciertamente la bloggera ha mentido reiteradas veces, lo que incluso, prensa como la de El País ha tenido que publicar desmentidos acerca de noticias que la cubana afirmaba, para luego retirarla de sus colaboradores. Cosas tan lamentables como una falsa entrevista a nada más y nada menos que al presidente Obama, lo dicen todo, entre otras mentiras y francas manipulaciones.
Escribo esta nota para aclarar la desaparición de esa entrada que escribiera otrora y por respeto a esa persona que me ha dejado su comentario, el cual, lamentablemente no he podido recuperar, ya que la entrada ha sido borrada.

lunes, 1 de octubre de 2012

'Amor' otra joya del director Michael Haneke



Se ha estrenado la última película de Michael Haneke: Amor (2012), ganadora más que merecida de la Palma de Oro de Cannes. Haneke también hace un pequeño homenaje a dos grandes actores del cine francés, y ambos no desperdician tamaña oportunidad: son un verdadero lujo al que se le suma nada más y nada menos que Isabel Huppert. La protagonizan Emmanuelle Riva, conocida por su actuación  en Hiroshima Mon Amour (1959) y Jean-Louis Trintignant, quien está absolutamente grande en esta película.

La historia relata el amor de una pareja mayor y la cercanía inminente de la muerte con un peso casi absoluto de un momento de vida. El talento de Haneke siempre se vale de las elipsis, del cuidar y no contar más con lo que nada agrega, ese verdadero ejercicio de prestidigitador que nos dice "nada por aquí, nada por acá" y de repente: ¡plaf! tenemos la historia, gracias a las claves, a esa cámara que se posa en un salón de una elegancia algo decadente, vemos fotos, objetos que nos hablan de sus dueños, gustos y es el espectador quien reconstruye ese pasado de donde sus personajes vienen.

Igual agradecemos que a pesar del tema: amor verdadero, vejez, muerte, el director nunca permita la entrada al sentimentalismo. No hay nostalgia excesiva en esos espacios y no hay tragedia en ese amor, solo belleza en su autenticidad.

Resulta difícil seguir hablando de esta película y no adelantar un poco la historia, así que simplemente invito a que vayan a ver esta otra obra maestra del gran Haneke, con dos actores que desprenden maestría pura y con un tema cada vez menos frecuente en nuestra sociedad y nuestro cine.

Prefiero no poner el trailer porque pienso que revela mucho, mejor la sorpresa.


lunes, 24 de septiembre de 2012

Una carta de amor embarrada de boloñesa


Hace dos viernes fui a ver la última película de Woody Allen: A Roma con amor (2012). Mi veredicto es que es decepcionante, aunque no llega al nivel tan malo como el de Vicky Cristina Barcelona (2009), la película es irregular, llena de tópicos, con actuaciones insulsas y salvada solo por algunos momentos que siempre aporta la veteranía del director.



Juro que comencé la película con entusiasmo, con ganas de que me gustara, escuchando y viendo a un narrador (un policía de tránsito) que no termina por hilar las diversas historias que componen la película y que luego aparece al final, cuando ya lo había olvidado completamente. El chiste fácil: el acentazo italiano al hablar inglés: primeras risas.

La verdad es que por muy director que sea Allen (todos los imaginamos cultísimos, no sé por qué) sus películas europeas (Barcelona-Asturias, París y Roma) no dejan de ser postales llenas de tópicos enviadas por un primo paleto (pero con algo de dinero) de Oklahoma.

Siempre he afirmado que es un gran director de actores, pero en esta película pareciera que la pereza le supera. A ello se le suma algunos fallos de casting, por ejemplo la joven y talentosas Ellen Page podría pasar por cualquier aspirante a actriz, de acuerdo, pero de ¿Femme fatale?, la verdad cuesta creérselo con esa cara de niñita eterna. Obviamente, Judy Davis está estupendísima y, por otro lado, el mismo Woody Allen está especialmente insoportable, haciendo muecas exageradas y predecibles de gags más que vistos, como el almuerzo con  los futuros consuegros en la terraza del apartamento. A Penélope Cruz el director la pone en otra versión de su personaje histérico y sexual de Vicky Cristina Barcelona, esta vez encarnado en una prostituta. Del reparto italiano cabe destacar la actuación de Flavio Parenti, muy creíble y fresco.


De todas las historias, la más lamentable es la que protagoniza Roberto Benigni. Es el truco sacado bajo las chistera, con intenciones de profundas críticas y termina siendo otro tópico más: la absurdidad de la fama alcanzada fuera del talento.



El relato del enlace de la familia americana con la italiana por momentos puede ser gracioso, pero termina siendo predecible, incluyendo también el padre tenor cantando bajo la ducha: más risas fáciles.

En la historia del joven arquitecto que vive con su novia Allen juega con el surrealismo paralelo al Sueño de una noche de verano. Pero una vez más, sabemos de antemano qué va a suceder, no hay espacio para la sorpresa. En cuanto a la historia en la que aparece Penélope Cruz, ella está muy bien en su papel, la verdad es que el chiste de la prostituta en un contexto social diferente, lo hemos visto miles de veces. Borat lleva una a prostituta a como acompañante a una cena en un pequeño pueblo americano y el mismo Woody Allen lo hace en la excelente Deconstruyendo a Harry (1997), cuando recoge a una prostituta para que le acompañe a recoger un premio que su universidad le va a otorgar.



La película a medida que avanza va a peor, se vuelve más insoportable y se salvan algunos momentos y algunas miradas hermosas que se posan en la ciudad al atardecer: pero es Roma.

Y no puedo más que coincidir con el crítico Rex Reed del New Yorker Observer que apunta: "Toda la película da la sensación (y sin mencionar los diálogos tramposos) de una idea que anotase en el reverso de un menú de la Piazza Navona antes de echarse una siesta, y que luego rodó antes de que el guión estuviese bien afinado". Es la misma idea que me vino con Vicky Cristina Barcelona, me lo imaginaba entre vinos, restaurantes y tapas, anotando en las servilletas ingeniosas ideas. Lo mismo pasa con esta, sin duda.


Para cerrar, dejo la crítica de Reed, que empieza y termina de esta forma, la cual resumo en un par de líneas: "Grandes talentos... merecen un día de descanso... Es el momento de empacar las Vuitton y volver a casa, Woody. Tus inspiración es escasa y has tenido un mal día".



martes, 18 de septiembre de 2012

Confesiones tras un premio



Nunca olvidaré algunas palabras que dijese el escritor mexicano Sergio Pitol, con quien tuve la suerte de hablar largamente en varias oportunidades. Decía algo así como que, en la literatura de lengua hispana pareciera darle vergüenza el género autobiográfico, ese hablar de uno mismo. Y es verdad si se comparan la cantidad de autobiografía hechas por tantos artistas y grandes personalidades de otras lenguas y cuán poco existe en nuestra lengua española.

En fin, todo esto para justificar que voy a hablar de mí. En este mundo blogger hace tiempo se lleva hacer unos premios e ir otorgándoselos a tus bloggeros predilectos. Parte de esa aceptación es escribir varias cosas acerca de uno mismo y responder algunas preguntas puntuales de quien te premia. David, de Volando a rastras me ha otorgado el Liebster Award, que es como se llama este premio. Casualmente (vivo en Alemania), es una palabra alemana, liebste, que significa querido.

Para este ejercicio confesional, quiero parafrasear a la gran poeta rusa Anna Ajmátova:

Yo nací el mismo día que Anna Ajmátova, día en el que se celebra la víspera de San Juan. En ese año nació también Beck y Maribel Verdú. Los Beatles se separan y muere Jimi Hendrix ahíto de drogas y alcohol y no por menos Janis Joplin. Fassbinder rueda siete películas; la cabeza decapitada de Mishima es portada en varias revistas*.

El mundo seguía, lamentablemente, con el telón de fondo la guerra de Vietnam, el Apolo 13 es enviado a la luna y se comienza construir el puente sobre el Bósforo que une a Europa con Asia.


Mi padre me llamó Claudia Sofía, en honor a dos exuberantes actrices italianas: Claudia Cardinale y Sofía Loren. Nací en el Caribe y es la única procedencia con la que me identifico. Soy una apátrida. Crecí en un modesto apartamento frente a una calle ruidosa junto a tres hermanos, y desde pequeña mi inclinación por el arte fue clara. A los nueve años mi tío pagaba las clases de pintura que tomaba con un artista, en su taller, era la más pequeña y me tenían como su mascota. Salíamos con los caballetes a los campos de la universidad a pintar paisajes en acrílico.

Estudié diseño gráfico, de modas, orfebrería y todo lo fui dejando a la mitad. Intenté entrar en teatro y como dice el bolero fue "debut y despedida". No estuvo mal, me probaron en una compañía de carácter regional y me dieron el papel de Martirio, de la Casa de Bernarda Alba.  Ensayamos mucho y el montaje no se llevó a cabo por falta de presupuesto y pensé que era muy frustrante, y hasta allí llegó mi experiencia teatral. Luego la literatura fue ganando terreno, entré a talleres, di talleres, publiqué un breve poemario y poemas en algunas revistas. Me hice profesora de lengua y literatura.

No concibo la vida sin el arte, sin tocarla de algún modo, de vivirla a través de cualquiera de sus formas. Es lo único por lo que el ser humano trabaja y crea sin otra finalidad en sí misma.





Preguntas que me plantea el blog Volando a Rastras:

¿Te gustaría que tu vida fuera diferente?
-En absoluto, estoy muy satisfecha con la vida que tengo, creo que soy muy afortunada.

¿En qué piensas antes de dormir?
-En lo cansada que estoy; a veces, en lo que quiero desayunar al otro día, y si estoy un poco estresada, en lo que tengo que hacer.

¿Qué cosas te ayudan a sentirte mejor en un momento de bajón emocional?
-Tener amigos que te escuchen y que te den sus puntos de vista. Dar un paseo o hacer joggin en el parque. Sonreír aunque no tenga muchas ganas, canturrear y ponerme guapa.


¿Crees que la gente te conoce tal como tú eres?
-Umh, ahora estoy estudiando psicología, y es una pregunta que tiene muchas aristas. Se supone que nosotros tenemos una idea de cómo nos ve la gente y eso es lo único a lo que podemos acceder de los otros. Pero creo que sí, la gente cercana suele tener una idea bastante parecida de lo que somos, de hecho, esa información nos ayuda a construir esa idea acerca de uno mismo.


¿Ocultas parte parte de tu manera de ser y sentir por miedo a las reacciones externas o vives siempre sin preocuparte de lo que pensarán los demás de ti?
-No creo que oculte mi manera de ser, pero sí es cierto que a veces es mejor la omisión para no entrar en polémicas estériles. A veces no lo logro y puedo llevar hasta el final una diatriba con tal de defender lo que pienso. Me gusta la polémica, a veces un poco más de la cuenta. Si callo, a veces me siento tonta y si  polemizo a veces me cansa y pienso en lo bien que hubiera sido callar a tiempo. Pero cuando son cosas fundamentales para mí, hablo: temas como el racismo o la violencia, por ejemplo. 

¿Te gusta ser diferente o tratas de asemejarte a un grupo social de referencia?
-Siempre me ha gustado intentar sentirme diferente. No le temo a los cambios. Me puse un piercing cuando nadie lo usaba, me pinté el cabello de fucsia en una ciudad pueblerina, me incliné por el arte en una familia de oficios tradicionales. Pero aún así, igual terminas asemejándote a un grupo social, quieras o no, lo busque o no. Siempre encajamos en alguno, incluso los outsiders tienen su grupo, y estos grupos ejercen su influencia en nosotros, aunque sean muy sutiles, por momentos, o muy claras en otros.

¿A qué cosa o persona o sensación no puedes renunciar a lo largo del día?
-Umh, no creo que no haya nada a que uno no pueda renunciar a lo largo del día, excepto a lo que soy. 

¿Juegas a imaginar cómo son los otros bloggers conocido@s?
-No es que me lo proponga, es que simplemente te los imaginas y vas construyendo sus personalidades a través de retazos de comentarios y sus post, a la vez que vas poniéndoles caras. Siento a muchos y muchas bloggers muy cercanos a mí y estaría muy gustosa de tomarme un vino o un café con algunos de mis bloggers predilectos. Sin duda les tengo afecto.

¿Qué es lo que más te apasiona en este momento de tu vida?
-La madurez que experimento, aunque sea como inicio, en mi vida. Eso me permite vivir muchas cosas con una plenitud que desconocía. Es un tipo de intensidad menos histérica e inestable que la de la juventud, sin duda.





P.D.: Haré como mi querida bloggera Dorthy con tacones, no daré nominaciones ni premios, si algunos de mis amigos bloggeros a los que sigo asiduamente se anima a escribir sobre ellos mismos estaré encantada de leerlos. Solo tienen que responder las mismas preguntas que me han planteado y escribir once cosas acerca de sí mismos.

Gracias David.

*Creo que algo parecido lo leí  hace muchos años en algún texto de Ednodio Quintero, pero aludía a que la cabeza de Mishima era portada del Times.

martes, 11 de septiembre de 2012

El fuego poderoso que consumió a Dazai



Hace algunos meses, mi amigo, el escritor Ednodio Quintero, me envió desde Tokio su último artículo acerca de una escritor para mí desconocido: Osamu Dazai. Ednodio, me inició, no sólo en la literatura del ahora nuestro amado César Aira, sino también en el gusto por la literatura japonesa, y me devoré en una par de vacaciones, buena parte de Akutagawa, Kobo Abe, Kezaburo Oe, Mishima, Kawabata… y nunca dejaré de agradecerle tal regalo al abrir esas puertas.

Hace un par de años me recomendó a Kazuo Ishiguro, conocido por su novela Lo que resta del día; (1992); diciéndome que Nunca me abandones (2005) había sido la mejor novela que había leído ese año. Y leí esa novela inquietante y magnifica de Ishiguro, que también fue llevada al cine (aunque esto, más que garantía, hoy en día, es un mal signo), pero sin duda, es un escritor estupendo.


Pero volvamos al descubrimiento: Dazai. Me envía, pues el artículo: El (o)caso de Osamu Dazai, que publicó la revista on line Coroto*. Lo imprimí para leerlo con calma y sin los reflejos de la pantalla. Me emocionó profundamente.

Me hice con dos de su breves libros, gracias a la profesionalidad de los libreros de Enclave (¡yo había olvidado el nombre del autor!), de una novela fundamental de Dazai: Indigno de ser humano, (2010), Barcelona: Sajalín, y de la misma editorial, los cuentos de Ocho escenas de Tokio (2012). 

Dazai es un verdadero enfant terrible de la literatura japonesa. Su literatura está impregnada de su autobiografía, y es una suerte de Jim Morrison con el que los jóvenes nipones se identifican plenamente, en una sociedad tan encorsertada como la japonesa. 

Dazai provenía de una familia de la alta burguesía, en la universidad, no asistía a clases y siempre salía sobresaliente en los exámenes. Militó en el movimiento comunista (aunque se burla con sorna de ello en su novela), militancia que le valió la cárcel y la tortura. El joven escritor se vuelve alcohólico, adicto a la morfina, se entrega a una vida disipada y, finalmente, su familia lo deshereda por sus relaciones con una geisha de poco rango. Se intenta suicidar cuatro veces, hasta que finalmente lo logra, lanzándose con su última amante a un río.

Hoy en día, Indigno de ser humano ha vendido más de diez millones de ejemplares, desde su primera publicación en 1948. En 2009 se estrenó el documental La vie Murmurée
Trailer:





Ya la novela tiene una versión manga que alcanza las tres partes y ha sido muy exitosa. Más allá de todo ello, sin duda Dazai escribe desde el corazón y las entrañas, y su obra deja ver el conflicto de su origen, su sociedad y lo que era. Pero sobre todo, es un escritor estupendo dotado de fuerza y sencillez, que atrapa desde las primeras páginas. Ojalá los editores de Sajalín se animen a publicar Ocaso, quiero seguir leyendo más de este magnífico escritor.


Ilustración del Manga de Indigno de ser humano.



domingo, 19 de agosto de 2012

La felicidad frente a una buena película


La directora noruega Anne Sewitsky.


Una de mis sorpresas recientes en el cine ha sido la película Siempre Feliz (Happy, Happy, 2010), de la  joven directora noruega Anne Sewitsky (1978). La película trata de el encuentro de dos parejas y sus respectivas crisis.  La directora recorre ambas historias desde una perspectiva bastante singular, y tomando un poco la idea de mi querido amigo del blog Como un huracán común, Sewitsky se atreve a tratar lo que podría ser un verdadero drama y hasta melodrama, en una historia casi ligera, sin amarguras, salpicada de humor e inteligencia.


Las dos familias que protagonizan la película, la de arriba, 
lugareños de un pequeño pueblo, los de abajo, citadinos modernos.


Las actuaciones son estupendas y la dirección posee un ritmo que no decae, en el que, cada tanto, un quinteto de voces sirve como un telón teatral que se levanta de nuevo, recurso que ha sido utilizado por diversos directores como Fatih Akin, en su premiada Contra la Pared. Cabe destacar la terrible e inquietante intrahistoria entre los dos hijos de ambas familias.

En el festival de Sundance 2011 se llevó el premio a la mejor película y desde acá quiero celebrar este hallazgo veraniego que fue un verdadero aire fresco al cine que se está haciendo y celebro, además, que venga de una directora.

domingo, 8 de julio de 2012

La cumbia literaria de Washington Cucurto



Confieso que la primera vez que supe de Washington Cucurto (seudónimo de Santiago Vela) fue leyendo a mi adorado César Aira. Autor que pocas veces le escuchamos hablar de algo referente a una nueva literatura. Nacido en Argentina (1973), Cucurto, junto a otros autores es fundador del llamado, no sin humor, "realismo atolondrado". Dentro de este realismo, lo oral, el caos y lo popular se mezclan como solo pueden mezclarse en la realidades latinoamericanas. Tienen más de veinte libros publicados, abarcando los géneros de la poesía, cuento y novela, y ya le han traducido al alemán y al portugués. Internet está repleta de comentarios de detractores y entusiastas de su obra.


Pero lo cierto es que este escritor, quien aprendió el amor por la literatura mientras trabajaba de reponedor en un supermercado, se abre camino en el mundo literario y editoriales importantes como Emecé ya le han publicado y es invitado a universidades como la de Nueva York, la feria del libro de Frankfurt, entre otras. Curcurto se aleja del tópico del escritor  súper instruido y a veces pretencioso, con un un ego que no cabe por donde pasa. Al contrario, confiesa que nunca podrá escribir como Lezama Lima, pero aún así, lo hace por pura pulsión y necesidad.

Otra de sus facetas por la que muy conocido, es la de haber fundado, junto al artista plástico Javier Barilaro, la editorial cooperativa Eloísa Cartonera, que hoy en día cuenta con un catálogo de más de 121 títulos, recibiendo, además, encargos de diversos países nórdicos, para poder publicar con estos libros ensamblados manualmente y con tapas artesanales, de creación única. En el proyecto trabajan igual personas que eran cartoneras, artistas...

Tomás Eloy Martínez escribió en 2009 acerca de esta editorial un artículo para el The New York Times:

Eloísa Cartonera es una comunidad artística y social que ha hecho por las personas marginadas de la sociedad de consumo más que las políticas municipales y nacionales que sucedieron desde el cataclismo económico de 2001 en la Argentina. Una ley dice que los cartoneros son trabajadores, pero lo que la ley les concede es sólo un carnet, un par de guantes y una pechera.
 La idea de la editorial nación en 2003, cuando los cartoneros eran ya inseparables del paisaje de Buenos Aires. Cucurto pidió a varios autores la cesión solidaria de sus derechos para comenzar. "Buscamos material inédito y de culto", dice Cucurto. El propio Cucurto se ha convertido también en un autor de culto. Su nombre se repite en los congresos académicos de los estados Unidos y al menos cinco estudiantes escriben tesis sobre su obra.


La experiencia de Eloisa Cartonera ha sido contagiosa y muchos países de América han desarrollado proyectos similares. Más allá del debate acerca de su obra, no deja de causarme entusiasmo personajes como Cucurto, que se dedica plenamente a la creación en sus diversas formas, a corazón abierto y por el puro gusto de crear, de eso se trata el arte ¿no? es de las pocas cosas que hacemos y por la que trabajamos los humanos por el fin en sí mismo: el acto creativo.



Un vídeo acerca de la editorial:






Algunos artículos interesantes:


El órbita
Zona
Periodismo Humano

miércoles, 13 de junio de 2012

Treinta años sin Fassbinder



No hay hecho verdaderos. Lo verdadero es lo artístico.
R. W. Fassbinder


En una entrevista en Cannes* el director Rainer Werner Fassbinder declara: "mi plan es filmar mi película treinta cuando cumpla los treinta". Claro está que no lo cumplió como tal, faltaban apenas unas semanas para cumplirlos y estaba en su película número 27, pero sus palabras recogen el ansia que emanaba de su ingenio incansable y portentoso, que no decayó ni en el último momento antes de su muerte. Un accidente cerebrovascular junto a una mezcla de somníferos y cocaína provocó su muerte y, no es de extrañarse que cuando le encontraron en su habitación de la Clementstr. 11, el 10 de junio de 1982, estaba rodeado de anotaciones y hojas de lo que sería parte de su próximo proyecto acerca de Rosa de Luxemburgo.

Hoy, a los treinta años de su muerte, la Berlinale ha proyectado restaurada Welt an Draht (El Mundo conectado, 1973), por otro lado, el canal Arte franco-alemán le rinde homenaje, para que el público pueda acercarse a la creación cinematográfica de este genio del cine alemán y se dedica,  además,  una edición conmemorativa de DVD con cuatro de sus películas. También la ciudad de Múnich ha inaugurado una exposición en el Teathermuseum, hasta septiembre, siguiendo los homenajes entre publicaciones acerca de este e, incluso, hasta una película biográfica se ha empezado a rodar en  abril.


No fue un hombre simple, a los nueve años había escrito su primera obra teatral acerca de unas flores que se enamoraban. No encajó bien ni en escuela ni universidad. Su bipolaridad lo hacía oscilar entre el despotismo más agresivo a la generosidad y compresión absoluta, pero, sin duda, fue una persona solitaria aunque haya vivido siempre rodeado de personas, de una gran familia que se "reconstruyó"  a lo largo de los años.

Recientemente he leído (devorado, la verdad) una interesante biografía sobre él escrita por Robert Katz y Peter Berlin. A veces me pregunto qué es lo que me gusta de su cine, y me respondo: su irreverente inconformidad, reflejada en sus ganas de criticarlo todo, de no conformarse con un dogma e intentar ir más allá de las apariencias. Ello le valió el odio de muchos sectores y grupos. Las feministas lo llamaban misógino, los gays y lesbianas también se molestaba por hacer películas en los que aparecían como villanos, de antisemita, porque juzgó a esa sociedad alemana de aquel entonces, la cual estaba empeñada en borrar su pasado, negándose a hablar abiertamente del holocausto. Sus biógrafos apuntan acerca de tal acusación: "Nadie se sorprendió más que Rainer, a quien la idea de volverse antisemita le era tan cara como la de hacerse cura".

Por otro lado, la izquierda también se quejó por como este la retrata en El Viaje a la felicidad de mamá Kuster (1975), pero por la misma película se enfureció tanto la derecha como los anarquistas... y lo que puede verse en ella reflejado, simplemente, son los intereses o la perversidad del poder venga de donde venga y sobre todo, la condición humana egoísta. Él aclara al respecto en una entrevista realizada el día de su muerte**: "Es imposible ser justo con nadie. No se puede retratar bien a los homosexuales ni tampoco a los heterosexuales… no  se trata de retratar la homosexualidad sino al individuo y cómo forja su identidad".

El tiempo pone todo en su sitio, y ahora podemos ver la fuerza potentísima de su creación, y su singular universo creativo que a más de un cineasta ha inspirado, como bien lo confiesa y evidencia el trabajo de Almodóvar o bien el de Kaurismäki, entre otros. Sus atmósferas lacónicas que remarcan la soledad, la artificialidad intencionada de las actuaciones con las que quiere escapar del realismo. Pero son también esa artificialidad y ese estilismo exacerbado las herramientas con las que Fassbinder intenta un distanciamiento que nos permite asomarnos a lo que mueve al personaje, sirviéndose de  las escenas largas y de una cámara más bien lenta: "Si dura mucho (habla de la escena), si se alarga, realmente se puede ver lo que les sucede a las personas dentro de la misma. Se puede ver y experimentar, en relación con sus propios sentimientos, lo que está latente. Si se corta en escenas como esas, nadie comprendería de qué tratan".


En un magnífico artículo para Süddeutsche Zeitung, Fritz Göttler escribe acerca de El Mundo conectado: 


Una fría melancolía reposa sobre ese mundo, una indiferencia y tristeza, y ello será cada vez más marcado en la obra de Fassbinder: El temor del director ante el fantasma de la incomunicación de su propia existencia, por lo que su vida real solo se puede encontrar en sus películas. Que no es solo sino el melodrama como imitación de la vida.

Sin duda, fue un creador prolífico que alcanzó el récord de filmación de doce películas en un año (1970, en las que se incluyen 7 para cine y 5 para TV), la mayoría, además de dirigidas, escritas por él. Con 36 años, edad en la que murió, había creado 43 obras tanto para el cine como para la televisión, en tan solo 13 años. Pero más allá del sorprendente y frenético ritmo creativo, está una obra de un autor singular, no solo en la forma de hacer cine sino también en el resultado, sus películas tienen un sello único, poderoso e irrepetible.  Wolfang Limmer, quien escribiese el primer libro acerca del autor afirmaba al respecto:

Era cuestión de calidad y también de cantidad. Si a uno no le gustaba  una película, sabía que en cuestión de semanas aparecería la siguiente, por eso la desilusión no duraba mucho.
El aspecto cualitativo era más difícil de explicar. Tenía que ver con su energía, su honestidad, su manera de tratar los sentimientos. En esa época los directores alemanes quería filmar testimonios políticos y sociales sobre lo mal que se vivía en Alemania. Algunos lo hacían con bastante habilidad, pero no sabían tratar los sentimientos humanos, sobre todo los propios. Fassbinder sí sabía hacerlo y lo hacía con un grado de inmediatez casi única en la escena alemana.



En su faceta como actor en la película Schatten der Angel de Daniel Schmid, 
en la que participó, además como coguionista junto a su ex mujer Ingrid Caven.



Fundación Fassbinder
Un blog muy completo acerca del autor: Rainer Werner Fassbinder, el genio alemán.


Como colofón os dejo esta hermosa canción, Lili Marleen,  en la voz de Marlene Dietrich, canción que utilizara Fassbinder en su película homónima, canción que sonó también el día de su funeral.





* Con el periodista Christian Braad Thomsen en 1975.
** Realizada por Dieter Schidor para su documental El mago de Babilonia.
El amor es más frío que la muerte. Rainer Werner Fassbinder. Robert Katz y Peter Berlin; Barcelona, 1988. Edit. Gedisa

martes, 3 de abril de 2012

Homenaje al poeta el jardín y la ciudad







Imposible soñar con esos cipreses
son el sueño en sí mismo
un túnel que lleva al cielo
nunca al camino


todo es musgo 
incluso las estatuas
los incansables gestos
impregnados de vegetal


la rama arrancada por el poeta
detenerse
como único posible homenaje
y observar.

                                       Verona 2012




Hace años, Goethe escribió un magnífico libro, Viaje a Italia, en el que, a manera de diario de viaje (llevaba aparte un diario), narra su experiencia por los muchos lugares de Italia, en un recorrido que duró desde septiembre de 1786 hasta mayo del 1788. En mi reciente visita a Verona, mientras fotografiaba los Jardines Giusti, los cuales el poeta nombra en sus pasajes dedicados a esta hermosa ciudad,
me decidí, a manera de ejercicio y un poco en broma, a escribir un poema de este jardín y
revisar algunas de sus páginas veronesas. Pero, por si fuera poco mi atrevimiento, también quise acercarme a la obra del poeta en alemán e intenté, libremente, de traducir un par de párrafos que se vinculan con este espléndido jardín, pero que de manera más clara, Goethe deja ver su profunda sensibilidad hacia todo aquello que le rodea:

"Está en mi naturaleza la  voluntad de reverenciar, gozosamente, todo lo grande y bello, y cultivar tal disposición hacia tan maravillosos temas, día tras día y hora tras hora, este es el más dichoso de todos los sentimientos".

"... esta rama la cogí del jardín Giusti, el cual goza de una situación excelente y tiene unos enormes cipreses, que punzantes permanecen en el aire. Probablemente, las puntas podadas de los Taxus de los jardines nórdicos imitan la forma de esta maravillosa obra de la naturaleza. Un árbol cuyas ramas, viejas y nuevas, que de abajo hacia arriba pretenden el cielo y  que todo ello trescientos años dura, es digno de veneración. A juzgar por el tiempo en que fue creado, estos deben haber alcanzado su edad más avanzada".
























Libro en el original en alemán, gracias al Proyecto Gutenberg.
Un blog en español con todo el libro: Viaje a Italia.

Traducción de los fragmentos de Goethe, fotos y poema: Claudia Hernández.

lunes, 19 de marzo de 2012

Carlo Scarpa: la interpretación del espacio como objeto de arte y para el arte

Carlo Scarpa. Imagen tomada 
de la página Carlo Scarpa.

El juego correlacionado de arte y espacio habría 
que reflexionarlo a partir de la 
experiencia del sitio y del paraje.

Martin Heidegger

En mi reciente viaje a Verona me sorprendió una experiencia singular, el disfrute de la arquitectura como un espacio pleno en donde la funcionalidad no exime a la belleza en su más alta expresión. Y no es que no haya visitado arquitecturas magníficas en otros momentos, sino que me ocurrió la seducción, la sorpresa y el asombro ante el descubrimiento o revelación de los espacios, restaurados por el arquitecto Carlo Scarpa (Venecia 1906- Sendai 1978).






 El edificio es el Castillo de Castelvecchio (1354-1356) en el que hoy funciona una espléndido museo. La historia del castillo es ciertamente interesante, ya que es un símbolo de la decadencia de la señoría de los Della Scala, puesto que Cangrande II Della Scala se propuso su construcción en tal emplazamiento, junto al río Adigio, con el fin de controlar la ciudad de las revueltas ciudadanas y, a la vez, asegurar una vía de escape hacia el norte, si se encontrase en aprietos. Los Della Scalla no pudieron evitar su caída (1387) y el castillo sufrió sucesivos cambios hasta la contemporaneidad. 






En la segunda postgerra, se le encarga  a Carlo Scarpa la restauración de este edificio. Cabe destacar que este no era arquitecto sino que se gradúa en bellas artes en diseño arquitectónico y que, a pesar a su amplia experiencia, incluso como profesor en la universidad de arquitectura, intenta registrase como arquitecto sin poder lograrlo, y más adelante, incluso, es llevado ante los tribunales por el Colegio de Arquitectos, acusándosele del ejercicio ilegal de la profesión. El tiempo, como siempre, ha puesto las cosas en su sitio, y la obra de Scarpa es reconocida hoy como una de las más importantes del siglo XX. Antes de su muerte recibe el doctorado honoris causa de arquitectura, el cual nunca pudo recoger ya que muere por un accidente en Japón.




Casualmente, y cuestión que confirmó mi asombro y admiración por el trabajo de Scarpa en Castelvecchio, es encontrarme a la salida del museo en la librería, una ingente cantidad de libros dedicados a su trabajo en este museo, específicamente. Y sin ser una entendida del tema, me sorprendió la capacidad de Scarpa para poder combinar los espacios interiores y exteriores, en los que cualquier ranura te permite entrever el exterior, la luz o las texturas de los ladrillos antiguos. Es como si nada se ocultase, pero como en un buen juego de seducción, tampoco se revela del todo. Y es como degustar el espacio con sus materiales, luces, líneas... sé que bien se podría aplicar esta descripción a otros magníficos edificios, pero nunca se me había revelado un edifico de esta manera tan grata y bella como experiencia en su recorrido.


Jardín y plaza de armas, galardonado en 2001 con el prestigioso 
Premio Internazionale per il Giardino de la fundación Benetton.

Scarpa terminó siendo una suerte de especialista en museos y museografía, por lo que la integración de los espacios y las obras funcionan como un todo, y no hay espacio para la improvisación en la disposición y formatos que sostienen las obras. 




El magnífico emplazamiento de la escultura de Cangrande I, 
considerado como el punto clave de este complejo.




La corona de  la joya en Castelvecchio es la estatua ecuestre de Cangrande I, la cual había sido retirada por motivos de conservación de las tumbas Scalígeras:

La escultura está expuesta sobre un esbelto soporte de hormigón de 7 metros... El basamento está realizado con sutiles dobladuras y un corte central que deja en evidencia su espesor... La obra se ubica en un espacio exclusivamente dedicada a ella... a su alrededor se construye un sistema de pasarelas, escaleras y cubiertas que permiten su visualización mediante acercamientos progresivos: salidas al aire libre, vistas desde abajo y pasajes aéreos, hasta alcanzar una plataforma oscilante que casi permite el contacto físico con la escultura.
     Alba di Lieto.- Verona. Carlo Scarpa y Castelvecchio.  Guía de la visita. Silvana Editotrial, Italia. 2011 




Diversos ángulos y acercamientos que son 
posibles para ver la escultura de Cangrande I.

En uno de sus discursos Scarpa habla de las aberturas, las puertas y las transiciones como elementos que revelan y hace posible las relaciones espaciales, y ciertamente, estas características que menciona son parte fundamental de su trabajo en Castelvecchio. Pero sin lugar a dudas es también reconocido por su atención a los detalles como engranajes necesarios entre esas relaciones espaciales hechas de fragmentos, materiales, luz.




Otra de las fuentes del jardín en la que esta pequeña peana, 
que permite acercarse a tomar el agua, recuerda un poco a los jardines japoneses.

Sin duda, una sorpresa maravillosa que se suma a la antigua belleza de Castelvecchio, que se erige hoy como museo, y que se puede disfrutar, simultáneamente, pasado y presente en un solo edificio, sin interrumpirse, sin sabotearse el uno al otro, siendo un verdadero goce para quienes los transitan, 
viven y recorren.




Entrada del museo.




El telón de hormigón oculta el área de las oficinas.



"Las esculturas… que emergen de las losas pintadas… 
flotan en el pavimento de hormigón".**




Scarpa era un maestro de las escaleras, fijaos en el detalle de estas.


Galería de esculturas veronesas (S. X- XIV).




Sacellum, concebido como una cámara del tesoro.





Este tramo almenado que lleva hacia la torre del reloj 
es obra de Gian Galeazzo Visconti (finales S. XIV).





Torre del reloj, de restauración reciente.


Esta parte, que corresponde a la torre del reloj, ha sido 
restaurada más recientemente por el arquitecto Giuseppe Tommasi.








Vídeo acerca de una de sus obras: la tumba Brion:



Una conferencia interesante sobre Scarpa en el blog: La Herida de Paris.

** Cita de la guía de la visita, Pag. 16.