viernes, 29 de agosto de 2008

Female Trouble: mujeres como espejos (1)

Espejos de la memoria 11
Fotografía de Cindy Sherman.
...Female Trouble (al igual que el título de la película de John Waters) es la maravillosa exposición que estará hasta finales de octubre en la Pinacoteca de arte moderno de Múnich. Una mirada a la mujer desde la mujer; el juego a través de la cámara, utilizada como espejo o medio para la representación (la máscara o lo teatral), celebrando la condición femenina o, revelándose ante los clichés y conductas que se le imponen como mujeres.

Female impersonator on a bed, Diane Arbus, 1961.
Desde las celebérrimas Cindy Sherman, Francesca Woodman, Diane Arbus, Nan Goldin, hasta las más recientes, Daniela Rossell, Pipilotti Rist, Tomoko Sawada exploran en cada uno de sus trabajos una identidad femenina, a veces desde el colectivo o desde lo íntimo. Una inclusión inteligente, dentro de la lectura de la exposición, ha sido el discurso de lo femenino de fotógrafos y/o performancistas como Robert Mapplethore, Jürgen Klauke, Urs Lüthi o Pierre Molinier. Miradas recientes

Este post lo estructuraré en un par de entregas. Comenzaré con el trabajo de artistas más recientes. En la exposición participan, apenas, dos latinoamericanas, Ana Mendieta (Habana 1948 -Nueva York, 1985), quien utiliza en una serie el cristal como "barrera" para autoexplorar su cuerpo en frente del visitante. Hay cierta angustia que se evidencia en estos retratos, una desesperación por alcanzar esa visión que llega hasta la deformación de tanto querer acercarse. Por otro lado, resalta especialmente el trabajo de la mexicana Daniela Rossell (México D.F., 1973) con su serie: Ricas y famosas. Como apuntó (acerca de esta serie) el gran Carlos Mosiváis, se deja ver: la metamorfosis del kitch a la alcurnia, y el sarcasmo se deja colar en los retratos de las millonarias mexicanas. .

De la serie: Ricas y famosas. Daniela Rossell
Los espacios dejan entrever su sospechoso buen gusto. Así, lucen orgullosas en sus mansiones, los modelitos de diseñadores en sus habitaciones rosas, felpudas y abigarradas, que rayan en el artificio, a lo que Mosiváis intuye como la posible: conversión del hábitat en el alma. Su trabajo lo inscriben dentro del nuevo documentalismo latinoamericano; la novedad, en vez de retratar a los indígenas mexicanos y sus coloridas fiestas, ha enfocado su búsqueda hacia una parte de la población también ajena para muchos, los muy muy ricos.
De la serie: Costume (2003). Tomoko Sawada.
El trabajo fotográfico de la japonesa Tomoko Sawada (Kobe, 1977) muestra también ironía, en el que a través de la mimetización a través del disfraz, explora los oficios de muchas mujeres japonesas. Si bien su manejo de lo estético y técnico es intachable, su trabajo me supone algo frío, y tal exploración de la identidad, en la que se ve una clara identificación con el trabajo de Cindy Sherman, se vuelve repetitiva en su concepto. Igual ocurre con las fotografías de la francesas Sophie Calle (París, 1953), que como artista conceptual me parece realmente interesante, siendo el resultado de esta serie en particular, Days under the sing of B, C & W, irregular, a veces hay atisbo de pura poesía y por otro de superficialidad.

Días bajo el signo de la B. Sophie Calle.
La serie que se expone, traducida libremente como Días bajo el signo de la B, C y W, tiene un interesante génesis. Para resumirlo, siendo ella objeto de inspiración para un personaje de una novela de Paul Auster, ella luego le pidió que de alguna forma escribiera "su" personaje de la vida real. Ante tal despropósito que raya en el vértigo, el autor se negó, pero igual le envió unas Instrucciones personales a fin de mejorar la vida en Nueva York. En ella acumulaba una serie de consejos como sonreír, hablar con desconocidos... y "vivir cada día bajo el imperio de una letra del abecedario". Entrevista ADN la Nación (Argentina) a Sophie Calle.
Imágenes en movimiento Dos artistas participan con sendas vídeoinstalaciones, la subversiva Pipilotti Rist (Grabs, Suiza, 1962) con Ever is over all (1997), en la que un paisaje bucólico en una pantalla se confronta con otra imagen de una chica de apariencia naif, con una música deliciosa, va saltando como una niña por una acera de la ciudad, una gran flor lleva en la mano. Inesperadamente, rompe las ventanas de los coches aparcados con su contundente flor. .
Reproducción de Imagen: Claudia Hernández
El juego de las apariencias, la frágil chica en vestido y con una flor se convierte en amenaza de repente. Un policía (que parece ser una mujer bajo el uniforme) va viendo lo que ocurre, pero en vez de detenerla, pasa por un lado y le sonríe. Realmente el juego de trucar los estereotipos hace que sea realmente sorpresivo.
El vídeo puede verse en Youtube
Me ha gustado en especial Destroy she said (1998) de Mónica Bonvicini (Venecia, 1965). La artista concatena una serie de fragmentos de películas en la que aparecen mujeres en diálogos o gestos, con las que logra tejer un solo discurso, en el que sin reveses invita al espectador a concretar y recrear lo que ve.
Reproducción de Imagen: Claudia Hernández
Próxima entrega acerca de Female trouble: Los convulsos años 60. No dejen de leer el interesante artículo de carlos Mosiváis acerca de la serie Ricas y Famosas de Daniela Rossell. (Female trouble estará hasta finales de octubre en la Pinakothek der Moderne, en la Barer Str. 40, Múnich) Nota: este artículo ha sido reescrito un día después de haber sido publicado.

lunes, 25 de agosto de 2008

El cine en las venas: Samira y Hana Makhmalbaf

.Fotograma de A las cinco de la tarde.
...La familia iraní Makhmalbaf es un fenómeno en cuanto al Séptimo arte se refiere. Makhmalbaf Film House así lo refleja. El padre, Mohsen, cuenta con 18 películas y una veintena de premios. Su esposa, Marziyeh, es guionista y ha dirigido un par de películas. De los tres hijos Maysam, quien ha dirigido un documental y trabaja mayormente como fotógrafo en los diversos rodajes familiares. Como parte del relevo potente están las jóvenes hermanas: Samira y Hana. Samira Makhmalbaf (Teherán, 1980) con cuatro guiones y cinco películas que en su mayoría han sido recibidas con entusiasmo en importantes festivales de cine internacionales. Two-legged horse (2008), A las cinco de la tarde (2003), 11 de septiembre (cortometraje, 2002), La pizarra (2000 ) y La Manzana (1998). Premios tan importantes, como el del Gran Jurado de Cannes en dos oportunidades (La pizarra y A las cinco de la tarde) se suman a una docena más de reconocimientos. Sin duda alguna, el cine iraní dista mucho del que se consume en masa en occidente, así que será para una minoría. Abordaré estas dos últimas mencionadas, las cuales he visto recientemente. La Pizarra (guión a cuatro manos padre e hija), narra el viaje que inician dos maestros a través de las montañas kurdas, en busca de alumnos a quien enseñar. Tanto en la fotografía y el discurso hay poesía, imágenes de un paisaje desolado y de unos destinos tan abandonados como esa misma geografía que los enmarca. Quizá, como afirma el crítico de El País, Carlos Boyero, peque su narrativa a veces de plana, pero para mí, no es por ello menos interesante. En A las cinco de la tarde, ese paisaje árido y lejano está allí y como telón de fondo los desplazados afganos y la dureza de la vida. La mujer como centro de la historia dentro de la reciente caída del régimen talibán, que sigue latente en cuanto al pensamiento de muchos, y en el que queda patente, la crítica de la directora a todos los gobiernos y políticos que dieron cabida y apoyo a este régimen atroz y teocrático, léase Benazir Buhto o el gobierno de los EE UU. La ferocidad de la guerra queda retratada en el día a día de sus personajes, el hambre, la enfermedad y la muerte les rodean y, la película, ciertamente nos deja un final tan pesimista como factible. La hermana más pequeña, Hana (Teherán 1988) tiene publicado un poemario: Visa por un momento (2003) y cuatro películas con tan solo 19 años. A los 18, presentó Buda explotó por vergüenza (2007), la cual ha recogido cinco premios como el Oso de Cristal del Festival de Berlín (2008) y el Premio del Gran Jurado en el Festival de Cine de San Sebastián (2007). La película que se inicia con el lamentable acto que da título a la película: la explosión en 2001 hecha por los talibán, de los Budas de Baniyán (Afganistan), que reposaban allí por más de 1.500 años, por considerarlas ídolos que iban en contra su doctrina. Ciertamente, toda comparación es odiosa, es cierto, pero el pulso narrativo y ritmo es más acertado que el de su hermana, ofreciéndonos frescura en un drama que por momentos nos pone al vilo (como la captura de las niñas en el juego de los niños de talibanes). La candidez de su personaje, una niña de seis años que emprende una real odisea, aquí de nuevo el viaje, por asistir a la escuela y aprender historias interesantes. A través de una historia mínima queda retratada la Afganistán post talibán, gracias a lo que le va ocurriendo a los niños podemos adivinar la realidad que vive este pueblo y sobre todo, sus mujeres. Tanto en La Pizarra como en esta otra, la educación aparece como un bien de pocos y de muy difícil acceso, en especial para las mujeres. Esperaremos más y más de esta familia, que nos permite acceder al retrato de un universo tan inusual para occidente, con una mirada crítica y a la vez hermosa que estas dos cineastas perfilan con el trabajo tras sus espaldas y el cine como una seña de su ADN.

miércoles, 20 de agosto de 2008

La luz en las piedras de Istria

. ...He tenido la suerte de visitar en estas vacaciones buena parte de un país: Croacia. Desconocía sus tesoros: hablo de sus muy conservadas ciudades antiguas, herencias bizantinas, de las huellas de la poderosa Roma y de la aquella entonces república de Venecia. Yo, que vengo del Caribe, nunca creí poder deslumbrarme nuevamente por otros mares (lo siento, el listón es muy alto), pero el Adriático me ha conquistado como paisaje, pequeños islotes, saliendo de la nada, un azul verde y profundo, el horizonte interminable en el que se cruzan los barcos y las pequeñas ciudades que bordea... Los tomates de la coqueta Rovinj, el celebérrimo queso de la isla de Pag, los higos, las trufas y todo lo que viene del mar... absolutamente delicioso, aunque tengo que confesar, con perdón de mis otros compatriotas, me refiero a los españoles, que he probado uno de los aceites de oliva más deliciosos de mi vida. Pero si hay algo que me conquistó, aparte de su historia, a veces intacta, ha sido la nobleza de las piedras de la península de Istria... ya lo advertía en la guía Trotamundos, la cual apuntaba que: os hará odiar el asfalto, y es cierto, qué vulgar material el asfalto, ante la belleza clara, lisa y suave de de su tacto. Repele el calor y deja que, aquello que brille, se multiplique en su textura. La luz del atardecer, las farolas y la luna... Ya los venecianos repararon en ella y enlosaron la Plaza de San Marcos con piedras extraídas de las canteras de la Península (ahora Calatrava con su nuevo puente en Venecia, ha hecho lo mismo). La memoria viene impregnada del olor de la lavanda, de los trabajos de las tejedoras, de la frescura de las aguas de Dalmacia. Imágenes de la Ciudad antigua de Dubrovnik: ©Claudia Hernández

jueves, 7 de agosto de 2008

Me voy de vacaciones

Cayo Sal, Venezuela, 2005 ©Claudia Hernández .
...Queridos amigos lectores, estaré ausente unas dos semanas de vacaciones, no hay nada en el mundo que me guste más que viajar, además, mi Bitácora culinaria necesita más información. No dejen de visitarme. Volveré con pilas, paisajes y sabores. .

domingo, 3 de agosto de 2008

Avanzamos por la colina

Avanzamos por la colina el viento nos empuja suavemente

si no supieras que vengo de allá que el dolor también atraviesa la islas

aquí poco queda

hay hambre de entrar por los espejos una dulce Alicia que cae y cae

quizá me detenga en la curva más arriba de donde las mujeres siembran lavanda mi mano toca sus puntas olorosas

algo parecido a una canción suena en algún lado o en la memoria

quizá la brisa sobre la hierba mi pelo moviéndose parece un pájaro perdido en este extraño paisaje. .