Sin ánimos de echar por tierra dicha “bandera”, que huele mucho a tópico… aunque halla en abundancia mujeres hermosas… lo cierto es que flaco favor nos ha hecho este concurso, solo para inmolarnos en el haraquiri estético, de ser a como dé lugar las más bellas siempre, las mamis estupendísimas, así, desde los 15 años comienzan las operaciones de pechos y cualquier arreglito que le venga a mejorar… es normal que existan mujeres que superen las tres operaciones estéticas y, los problemas, llámese anorexia o bulimia cada día crecen en números. Una lástima que éste sea el precio muchas veces a pagar por ser simplemente bellas, o casi bellas.
Aclaro que no es un argumento contra la cirugía ni los cuidados personales, es contra su obsesión, pareciera que la aceptación es una idea que está vedada de antemano… Así, veo en abundancia cuando estoy de visita en Venezuela, a mujeres despampanantes con hombres a años luz de su estándar de belleza… sí, bueno, han debido de imaginarse que para los hombres no es igual tal exigencia… ese es el caso.
En fin, nos han "vendido la moto" de que somos bellas, bellas, bellas, y hay un slogan del concurso del Miss Venezuela, que ha entrado con más fuerza que un slogan de la Coca Cola: Venezuela, el país de las mujeres hermosas (o algo así, ya lo olvidé).
En un agudo monólogo, de la obra Miss Gloria, de la dramaturga y directora de la compañía teatral 8 de Marzo, Lali Armengol, aparece una miss que dice:
-Represento a la mujer venezolana.
-¿A la que está recontra jodida?
-No, a esa no la representa nadie.
Ciertamente, hoy en día más. Porque hace unos 10 años no había el aluvión de mujeres que se lanzaban, como ahora, a pedir créditos para operarse y, pasar por los dolores post operatorios…
Por otro lado, quiero aclarar, que no es que no sean listas e inteligentes, con tan solo mirar a las universidades, es increíble ver el número y calidad de mujeres profesionales… pero en este tema, al estar allí... es difícil escapar, y bueno, de este pie se cojea bastante, o como lo dice en la obra, la mujer venezolana (en líneas generales, claro) está recontra jo...
Los cumpleaños de las niñas, otrora con piñatas, helados, y venga a jugar a la sillita, ahora se celebran en peluquerías, en donde las pequeñas se dejan pintar las uñas y poner muy guapas, acompañando la tertulia con un champán rosado sin alcohol!
La verdad es que da tristeza, lo más impresionante es que en vez de reducirse esa tendencia, cada vez que vuelvo a Venezuela no hago sino asombrarme más, una lástima por las mujeres que han optado por dejarse arrastrar por esta tiranía de ser siempre misses… ya sé que lo he dicho, pero ¿por qué no mejor la autoaceptación?
La corona que llevan todas es un grillete con piedras de baratijas a la que aspiran un buen número de mujeres y niñas de mi país.
Un interesante post de la bloger Mapachito Violento: Cuarto y mitad My space del Teatro 8 de Marzo .
La corona que llevan todas es un grillete con piedras de baratijas... Una verdad como un puño, Claudia. Nunca se me olvidará la imagen de unas carajitas de 7 u 8 años en un centro comercial de Venezuela, pintadas y jugando a desfilar en una pasarela, empujadas por unos pseudo-monitores. Como bien dices, el problema es la obsesión, y que el objetivo marcado a sangre y fuego en las niñas venezolanas sea "estar siempre bonita, "buscar marido", bla, bla, bla. ¡Joder, si hasta las botellas de ron regalan operaciones de tetas juntando varias etiquetas! Yo tuve suerte, me quedé con una venezolana híper sexy, natural como el mangoy con la cabeza amueblada,... ¡¡aaauuu!! ¡¡¡viva Bolívar!!
ResponderEliminarjaja, gracias! la verdad me olvidaba lo de la botella de ponche que tenía cupones para operarse lo pechos... debí fotografiarla... muy fuerte! Eso es el verdadero realismo mágico latinoamericano.
ResponderEliminarMi amiga no es por nada pero tu blog es una bobada absoluta
ResponderEliminar¿A qué se refiere por bobada, querida Anónima? Por el lenguaje que usa, sé que es venezolana ¿en qué no está de acuerdo con el blog... o con este artículo? Podría argumentarlo... porque si no creería que el arte (cuando habla del BLOG)es para usted una bobada, y así la comprendería... o si no está de acuerdo con este artículo, por qué no mejor la exposición de sus "razones", sería provechosa... ¿las tiene?
ResponderEliminarDefienda sus palabras (un tanto rudas para la corrección social, si bien es cierto) con la razón y no con las víceras... ¿tendrá suficientes...palabras, razonamientos y modales?
Venga, anímese a argumentar y no a insultar, seguro que puede.
¡Bravo! Como esperaba este post tuyo, que por otro lado es buenísimo. Como ya sabemos los machistas más acérrimos suelen ser mujeres. Así que también me encantaría escuchar sus argumentos.
ResponderEliminarMerci, Vielen Dank, gracias...
ResponderEliminarHola, gracias por tu comentario en mi post. Pasié por tus blogs y decidi comentar en este.. comparto contigo al 100% este post. Y sabes que? yo tengo 5 meses fuera de Venezuela y estoy más que convencido que la "belleza" esa que venden y qaue las mujeres quieren tener no sirve de nada, lo mejor es la calidad del tiempo que se pase con la mujer, porque si eres "bella" y "recontra jodia" como dice tu post.. sola se va a quedar igualito.
ResponderEliminarUn beso y un saludo..oye en que país estas? jejeje
Gracias amigos, y gracias Dakar, también leí en el tuyo tus polémicas (por los comentarios) e interesantes entradas acerca de las operaciones estéticas de pechos... dio mucho que hablar. En cunato a tu pregunta estoy entre Madrid y Múnich! Abrazos
ResponderEliminarMi queridísima, inquita e intensa Claudia Sofía, como te prometí dejaré constancia de mi paso por tu blog. Y como fue esta la entrada que comentamos regidos por el último equinoccio de otoño, bajo el cielo de Chamberí, acompañados por la festiva Julia entre vinos y tapas en una gratísima velada digna de nuestros encuentros, aquí queda pues mi huella.
ResponderEliminarConfieso que antes de que la inteligentísima autora teatral que citas, me abriera puertas y ventanas hacia mi mismo para comprender humanamente el problema histórico del género femenino, bueno, más bien antes de eso, exactamente entre mi infancia y mi adolescencia, yo era un fan del central concurso de belleza de Venezuela, no escapé del sino cultural y junto a toda la familia veíamos aquel evento como, realmente lo era y supongo que lo sigue siendo, el más importante show telivisivo del año. Nuestro país en general ha sido conducido durante muchísimas décadas por una superficialidad aterradora, como dice José Igancio Cabrujas en el guión de su película póstuama, referida al golpe de estado liderizado por Hugo Chávez en 1992 (puerta grande y vergonzante de esta figura a la vida política de la accidentada historia de Venezuela y América Latina): "Hace días, horas, Venezuela mantenía una de las democracias más estables de América Latina, pero nunca nadie se paró a preguntarse sobre qué bases descansaba esa estabilidad".
Sobre una nadería con apariencia de bienestar en una época y sobre la supervivencia en otra que todavía dura y se agudiza. Un país con poco espacio para la reflexión pública y privada. Toda un triunfo cosmético, (nunca mejor dicho) coronado (nunca mejor dicho) por frases como: tenemos las mujeres más bellas, el salto de agua más alto del mundo y somos uno de los principales exportadores de petróleo (?). ¡Ay! siempre me pregunto que hubiera pasado si el escritor Rómulo Gallegos en lugar de haber sido parte de los protagonistas de los años más inestables de la instauración democrática en el país, hubiera tenido la oportunidad de inaugurar esa estabilidad demócrática en 1958. Pregunta sin respuesta y silenciada por la apabullante, frívola y descontrolada realidad de esa convulsa democracia. Claude, gracia por pemitirnos repensar todo esto.
Gracias por vuestros comentarior, y gacias Carlos por este post maravilloso que has insertado como comentario, sé que es un tema en el que militas a diario.
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