sábado, 5 de julio de 2008

"La memoria es una forma de arquitectura"

Louise Burgeois
Foto: ©Raimon Ramis/ADAGP .
El arte puede ser exorcismo, terapia, al fin y al cabo transformación y creación, la obra de la artista francesa Louise Burgeois (París, 1911), quien reside desde hace muchos años en Nueva York, ha sido objeto de análisis, no solo de teóricos y críticos de arte, sino también de psicólogos.
. Fillette (Jovencita). Considerada como una de las artistas más importantes del siglo XX, el peso de su obra no vino a tener repercusión, sino cuando Burgeois rondaba los 70 años. Una y mil veces aparece la importancia de su biografía para entender el producto de su obra.
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Su familia fabricaba y restauraba tapices, su casas estaban junto al río (el cual mejoraba los resultados de los tapices, por sus propiedades químicas para fijar los colores naturales), cerca, también se encontraba un matadero, por lo que la fragmentación de cuerpos, presente en su obra, tiene una clara impronta. Del padre cuenta que era arrogante y que engañó a su madre con su institutriz por 10 años. El parricidio, una constante en toda su obra, viene a culminarse con The destruction of the father, (La destrucción del padre) 1974, obra en la que en el que unió piezas de carne, miembros de animales en escayola (yeso) blanda, luego dio la vuelta al molde y lo realizó en látex. "el objetivo de la destrucción del padre –apunta la artista– era exorcizar el miedo" a lo que continúa esclareciendo:

The destruction of the father.

“Después de que se expuso, me sentí una persona distinta. La razón que me llevó a hacer esta obra fue la catarsis o purificación. De niña, me daba mucho miedo cuando en la mesa del comedor mi padre no dejaba de alardear, se jactaba una y otra vez de sus logros. Y cuanto más grande pretendía volver su figura, más insignificantes nos sentíamos sus hijos. Mi fantasía era: lo agarrábamos con mis hermanos, lo poníamos sobre la mesa, lo troceábamos y lo devorábamos... En la escultura hay una cama y una mesa. Ambos muebles forman parte de nuestra vida erótica. En su esencia, ambos son el mismo objeto".

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Debido a la timidez inicial de la artista para mostrar su obra en público, haberse mantenido al margen le permitió también realizar un trabajo personalísimo, que hasta hoy en día es difícil encontrar referentes directos. Su obra, según ella, es una reconstrucción del pasado. "En ellas el pasado se ha vuelto tangible; pero al mismo tiempo están creadas con el fin de olvidar el pasado, para derrotarlo, para revivirlo en la memoria y posibilitar su olvido".

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Es curiosa (y terrible) la anécdota que Bourgeois recuerda como su primera escultura, y que por supuesto, está ligada a la que anteriormente mencionamos: "Cogí un pedazo de pan blanco, lo mezclé con saliva y moldeé una figura de mi padre. Cuando estaba hecha la figura empecé a amputarle los miembros con un cuchillo. Considero esto como mi primera solución escultórica. Fue apropiada para el momento y me ayudó. Fue una importante experiencia y determinó ciertamente mi dirección futura".
Vista de la imagen de los celos.

Su trabajo siempre ha estado ligado a los femenino, y ella se confiesa una simpatizante, aunque no militante (porque trabaja mucho en privado) del feminismo. En la década de los 40 inicia sus Femmes Maison (Mujeres casas), son dibujos y esculturas en la que parecen mujeres con referencias arquitectónicas, y que normalmente están sujetas por unas piernas frágiles. La protección por un lado y el encierro (que atrapa) por otro.

En los 60 da un paso más adelante a dicha exploración y crea las Lairs (Guaridas) que es una suerte de continuación del tema, pero en el que la aparición de figuras, de clara referencia animal, en la que lo femenino y masculino se unen.

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En los 90 aparecen sus Cells (Celdas) espacios que evocan los fantasmas y la demás memoria de su infancia: las bobinas de hilo de los tapices (símbolo femenino y de protección). Figuras oníricas colgantes, de cristal a la vez que aparecía otra de sus constantes: la espiral, la cual le evoca a las mujeres exprimiendo los tapices en el río, pero a su vez, para la artista, la espiral representa el intento de controlar el caos. .

Spider, Museo Guggenheim Bilbao. Foto: Claudia Hernández

Más recientemente, y por la que se le reconoce popularmente inicia en 1994 su serie de Spiders (Arañas), que además de la de formatos regulares, sus arañas de gran escala se encuentran en diversas ciudades del mundo expuestas al lado de edificios o parques, y que suelen tener una estructura arquitectónica evidente (por eso armoniza tan bien al lado de los edificios). A esta serie, la artista ha declarado que para ella estas esculturas simbolizan la protección y laboriosidad de la madre, así como ese trabajo de coser (aguja o araña que teje) refiere a la sanación o reconstrucción de las heridas. .

Pareja.

. La artista declara a cerca de su obra: “Son imágenes ligadas a la memoria, al nacimiento, la infancia, el miedo, la vida doméstica, la maternidad, el deseo y el cuerpo. La sumisión y la rebelión, las emociones y su violencia. Imágenes que aluden al ciclo de la vida y de la muerte, pero también a la regeneración y a la paz finalmente conquistada".

El año pasado y éste en especial, su obra ha sido objeto de significativas retrospectivas, en importantes museos como el Museo Reina Sofía en Madrid, la Tate Modern de Londres, el Centro Pompidou de París y ahora el turno al Guggenheim Museum de Nueva York del 27 de junio al 28 de septiembre.

2 comentarios:

  1. Espléndida entrada, Claudia. Desconocía a esta tremenda artista, debe de ser impactante contemplar en vivo esa destrucción del padre. Leyéndote, da la sensación de que se ha estilizado con el paso del tiempo, que ha exorcizado sus demonios, y la rabia del comienzo da paso a la feminidad alambicada. Qué lindos recuerdos me trae la araña de Bilbao... aauauug!!

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  2. Es increíble el concepto de la "destrucción del padre" vaciar toda una estructura u¡y darle vuelta, es como si agarráramos un cuerpo de goma, idéntico al humano y le diésemos vuelta como a un calcetín, hacer de las vísceras, huesos y músculos nuestro exterior...

    En cuanto al exorcismo, estoy de acuerdo contigo. se una artista dura y ala vez cercana.

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