sábado, 19 de julio de 2008

Los clásicos: como ir de 'shopping'

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Atardecer en la península de Araya, Venezuela. Foto: ©Claudia Hernández
No sé por qué he recordado una anécdota de mi sapientísima amiga Celeste Midler, cuando trabajaba, hace como una década en la biblioteca del Banco del Libro de Caracas, llegó una tarde, acompañada de su madre, una conocida actriz de telenovelas. Viendo los libros de préstamo que estaban expuestos, la actriz le pregunta, ante la duda de llevárselo, que qué tal era ese libro de La Odisea.

Mi amiga, que. puede ser mordaz como nadie, pone cara de tonta y le responde que si por más de dos mil años se sigue leyendo, debe ser que es bueno… La actriz, complacida y convencida ante tan irrebatible argumento, le dice: ah, entonces me la llevo.

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1 comentario:

  1. Bienaventurados los que entran en el reino de los libros, porque, aunque lo hagan desde la ignorancia, su Odisea hacia la verdad habrá valido la pena. Es imposible no dibujar una sonrisa gigante con esa anécdota. ¡¡Vivan los actores y actrices iletrados!!

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