Kimsooja
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Kimsooja. Foto: ©Javier Hontoria.
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...Hace dos años, mientras paseaba por el parque El Retiro en Madrid, me topé con el trabajo de la artista de origen coreano (reside en Nueva York desde hace muchos años), Kimsooja (Taegu, 1957). En aquella oportunidad (2006) había una exposición en El Palacio de Cristal, un recinto que coordina El Museo Reina Sofía, dedicado a instalaciones.
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Bajo el título de To breathe-A mirror Woman (Respirar- Una mujer espejo), la artista basó la propuesta sobre la luz (trabajándola como si de una escultura se tratase), el sujeto ante sí mismo, el silencio y la respiración, la cual envolvía el espacio con la instalación de sonido: The Weaving Factory.
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En una entrevista, comentó que la idea surgió tras plantearse el modo de ocupar la totalidad del espacio sin tener que introducir nada en él; "simplemente" forró los cristales del palacio con una película de difracción traslúcida, lo cual daba un efecto iridiscente cuando el sol se reflejaba en él. En el interior, aparte del sonido, forró el suelo con espejos, y el visitante, tenía que descalzarse y estar en calcetines para visitarlo.
Recuerdo claramente la experiencia, fue grata, hermosa y ciertamente invitaba a la meditación, había gente también acostada en los espejos, otros con vértigo (ya que si uno miraba hacia abajo se reflejaban los cristales del techo, uno parecía que flotaba. La respiración, no sólo como conexión con la vida, sino también como metáfora de los contrarios, en el que "se juntan la vida y la muerte. Inhalar y exhalar, siempre vivos y siempre muertos", afirma la artista.
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A Mirror Woman.
En la página de Kimsooja uno puede ver sus diversos trabajos, en el que el sello y preocupación por lo femenino está presente en toda su obra. Son hermosos sus Deductive object, que son los objetos que suele utilizar dentro de sus instalaciones, por ejemplo, las colchas coreanas, en la que la artista ve una clara relación con lo femenino, (las suelen coser las mujeres), y a su vez esta colcha es referente del sexo, el amor, el cuerpo, la fertilidad, el sueño...
También son emblemáticos sus bottari, una suerte de bolsas de tela, que suelen estar hechas con las mismas colchas viejas, pero simplemente se doblan y se amarran, ahí están presentes: el viaje, secreto, el cambio, el nomadismo, tema, este último, recurrente en ella.
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Kimsooja también realiza performances (que expone en vídeos), A Needle Woman (La costurera, o en este caso da un juego más literal: La mujer aguja) son una serie interesante en la que recurre nuevamente a la metáfora de la costura como construcción de la unión, y se graba de manera reposada, meditativa en medio de una gran urbe como Londres, Ciudad de México, Shanghai, Tokio... se vuelve así una aguja y los retazos de esa colcha gigante lo conforman la variedad de gente que transita en las ciudades.
Pero más allá de esto, está el silencio, la quietud como discurso, y que por un lado, esa meditación que remite a uno consigo mismo, nos devuelve también al mundo para formar parte activa en él.
Su trabajo ha sido sólido y sostenido; deja huella en la memoria de aquellos que nos hemos acercado, un buen sabor nos queda, un espejo pero no para ensimismarnos, como el pobre Narciso, sino para reconocernos como uno y todos.
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Cada entrada nos descubres gente apasionante, pero esta es muy conmovedora y tu palabra más... Los bottari creo que me obsesionarán.
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