domingo, 6 de febrero de 2011

Quemar las naves del arte e inventar la utopía


Barcos capaces de cruzar las arenas del desierto, seres coloridos, hermosos y extraordinarios, cuerpos desnudos o semidesnudos, bailarines bajo el sol o la noche, caravanas que parecieran salir de uno de los sueños de Fellini, todo esto y más engloba a Burning Man, festival que este año cumplirá su 26 aniversario.

Extremo en el mejor sentido del término, Burning Man es un festival artístico que rescata la libertad y creatividad en lo que podría denominarse un espíritu neo-hippie, el arte, participación y celebración a través de performance, instalaciones, vehículos mutantes y cualquier otra forma de expresión artística es aquí bienvenida.


Encuentro una suerte de "receta" que define bien al festival:

1/2 taza de rave
1 taza de Mad Max
Circo
y un poco de psicodelia y alcohol




Echar una mirada a lo que allí sucede hace volar inmediatamente la imaginación, belleza, creatividad y buen rollismo como respuesta a un mundo que cada vez es más aburridamente global y homogéneo. Cada año se reunen miles de personas en el desierto de Nevada para crear una y otra vez una ciudad utópica y efímera en su belleza más infinita: The Black Rock City. En 2010 alcanzó el record de asistencia con 51.000 participantes. El espíritu de libertad que su creador y visionario Larrey Harvey se condensa en algunas máximas que retratan bien todo ello: no acepta patrocinadores y hay que dejar el desierto tal cual se encontró.



En estos tiempos, celebro que cosas como esta sucedan y crezcan como dicho festival. El último día, el icono del hombre se enciende con fuego, el espíritu vivo del hombre arde: purificación y transformación elemental que da paso a nuevos festivales en los que se va cambiando de tema.


Entre los mandamientos que dan sentido al festival, vale mencionar lo que ellos llaman la inclusión radical, ya que son bienvenidos todos a participar, cero patrocinio comercial (como ya se dijo antes) y cero publicidad comercial y, lo más importante: "Buscamos superar las barreras que se interponen entre nosotros y el reconocimiento de nuestros ser interior, la realidad de aquellos que nos rodean, la participación en sociedad y el contacto con un mundo natural que excede al poder humano. Ninguna idea puede sustituír esta experiencia".



Todas las fotos de este post han sido realizadas por el excelente fotógrafo Scott London. En su página web puede verse todos los Burning Man que éste ha cubierto desde 2005. Simplemente, fantástico.


















Cómo me gustaría ir.

8 comentarios:

  1. Impresionantes las fotos de Scott London. Desde luego, si yo no estuviera aquí bloqueado en Bruselas (bueno, es un decir, entre Bruselas, Rio, Mexico, Buenos Aires, etc, etc, pero no en Nevada), no me lo perdería.

    ResponderEliminar
  2. Jajaa, vaya "bloqueo" Sorokin, casi me dio pena cuando empezaste a nombrar tus "fronteras".
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  3. También a mi me encantaría ir, me he quedado fascinada con las fotos, pero sobre todo con la idea, esa máxima sin fronteras para el arte, la fantasía, la creatividad, el sueño. La ausencia de corsés, todo fuera, todo puede ser expresado. ¡Cuánto espacio! Y cómo se nota al recorrer estos pensamientos y estas fotos, lo enjaulados que estamos todavía en ese aspecto. Me encantaría ir, lo dicho.
    Un beso y gracias.

    ResponderEliminar
  4. Ya lo creo Viena, la verdad es que debe ser una experiencia alucinante, ahora que lo recuerdo, anoche soñe con esas instalaciones arquitectónicas rodeadas de la arena del desierto, curioso.

    ResponderEliminar
  5. Qué espectáculo visual, me ha recordado a las imágenes del libro "La Historia Interminable" de Michael Ende, pero las que se reproducían en mi cabeza al leerlo siendo muy niña, antes de que fueran adulteradas con la versión cinematográfica. Las fotos están rebosantes de magia, de que lo imposible es posible. Gracias por darnos a conocer estas maravillas Claudia.

    ResponderEliminar
  6. Pues para ser el festival en Gringolandia no parece como la mayoría de sus festivales. ¿Y tú has estado ahi, querida Claudia?

    Las fotos son maravillosas y me encantó la tercera. Como de cuento, bien dicen.

    Un abrazo fraterno

    ResponderEliminar
  7. Qué fascinante descubrimiento. Las fotos sugieren un encuentro-festival que pareciera suceder en otro planeta, más ligero, más espacioso, más fluido... Como dice Claudia, sí que también hay cierto aire Mad Max, pasado por un neo-hippismo muy 'cool'. Además, la propuesta anti patrocinio es estupenda. Me sumo al deseo general de asistir algún día a tanta belleza e imaginación en vivo. Aunque dudo que estuviera a la altura creativa de esos personajes de cuento ;-)

    ResponderEliminar
  8. Qué imágenes tan impactantes... otra galaxia, diría. Siempre nos haces descubrir cosas increíbles ;)

    ResponderEliminar

(no se publicarán comentarios con intenciones soeces)