martes, 29 de septiembre de 2009

Los números como metáfora

. ...El distendimiento de las vacaciones da para mucho, pero sobre todo, para las buenas sorpresas. Una amiga con la que pasábamos unos días en Algarve me prestó una de las novelas que llevaba consigo: La soledad de los números primos. No niego que el título me hizo dudar, ya que lo encontraba un tanto pretencioso; pero igual me ocurrió con mi amada y divertida Amélie Nothomb y su Metafísica de los tubos; novela que me abrió paso al mundo singular de dicha autora. Al igual que la novela de Nothomb, La soledad... tuvo una acogida sorprendente por parte del público, ohhh ohh , ohhh, también para dudar de su calidad... pero bueno, la mayoría, algunas veces no se equivoca. Su autor, un joven italiano de 27 años, licenciado en física teórica, llamado Paolo Giordano. La novela comprende dos historias paralelas, pero que a la vez se entrecruzan. Ambos personajes, outsider, se encuentran y desencuentran. A veces los capítulos, son tan redondos que podrían leerse como pequeñas historias mínimas. No sé cuánto tiempo lleva Giordano escribiendo, o si esta novela es producto de un maravilloso azar o del alma de un escritor que no pareciera de ningún modo novato. Sabe contar una historia con precisión, un tanto de humor y belleza, pero sobre todo con riesgo si querer ser grandilocuente. Como dijo mi querido amigo Julián Santana: este libro es una pequeña joyita. Por los momentos Giordano es leído en 23 idiomas, con más de un millón de ejemplares. Para mí, una de esas sorpresas que dejan buen sabor de boca, y que echa por tierra aquel tópico de que los jóvenes son tontos, y cosas así por el estilo.
El autor, recogiendo el
premio Strega 2008.
La soledad de los números primos, 2009, Paolo Giordano, Edit. Salamandra, Barcelona.

3 comentarios:

  1. Vi una entrevista en la televisión española a este autor el invierno pasado y, aparte de que me pareció un señor muy atractivo :-), me apunté su libro como futura lectura. A ver si encuentro un hueco entre otras pendientes.

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  2. La verdad que atractivo... sí, no quería mencionar ese detalle en el post, pero estoy de acuerdo!

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  3. Una delicia de libro, que se lee de un tirón. Dos almas eternamente heridas fascinantes -Alice, aauuuu- y un autor con una sensibilidad quirúrgica, que nunca cae en el estereotipo. Mucha vida de recuerdos, de hilos invisibles siempre a punto de romperse... y una tensión mantenida a lo largo del relato que atrapa.

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