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domingo, 5 de septiembre de 2010
Bailar para recordar a los que partieron a otras tierras
El 15 de agosto en Gijón, durante las fiestas de Begoña (Nuestra Señora), se lleva a cabo anualmente un rito hermoso, sencillo y remoto: la Danza Prima, la cual es considerada como una de las más antiguas y con más raigambre del folclore asturiano. Aunque revisando algunas fuentes, el romance que se canta puede cambiar, así como la forma de baile, he presenciado esta que se lleva a cabo en el paseo del Muro de la playa de San Lorenzo. Me emocionó en su sentido más puro, ya que toda la gente (o mucha), se une en la playa (o en el paseo), se toma de los dedos meñiques y, a las dos de la tarde, comienzan a bailar. Dicha danza, viendo hacia el mar, se realiza para recordar a todos aquellos lugareños que un día tuvieron que partir a otras tierras, en busca de una vida mejor.
Vale la pena recordar ese carácter emigrante de los ciudadanos europeos, en otros tiempos (y en la actualidad), cuando en Europa no dejan de soplar aires que recuerdan el fascismo, como la xenofobia y/o la animadversión por los inmigrantes, sobre todo cuando no provienen de países ricos.
La memoria, en este caso, perpetuada a través de los ritos, es una buena y sencilla medicina que hace conectar y solidarizarse con este movimiento de humanos en busca de una vida mejor.
Letra del romance preferido para esta danza que se lleva a cabo en el Muro de San Lorenzo
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A mi me ha emocionado con solo leerte Claudia, así que me imagino lo que será presenciarlo. Gran verdad lo del drama de la inmigración, que pronto se nos olvida que fuimos pueblo que tuvo que partir. Yo trabajo precisamente con inmigrantes españoles en Argentina, y es tremendo el drama que vivieron, algún día me gustaría escribir sobre todo lo que me dicen sus cartas, pero merece tanto respeto y exquisitez al tratarlo...
ResponderEliminarUn abrazo Claudia,
Bello ritual, Claudia, no lo conocía, pero sí, en estos momentos en los que Europa (y su madre espiritual, Francia en especial) se vuelve un poco en plan tortuga sobre sí misma, es justo recordar a tantos y tantos europeos, asturianos, gallegos, cántabros, italianos, irlandeses, nórdicos, que tuvieron que echarse a la mar para buscar una vida mejor.
ResponderEliminarHola Claudia: Fíjate, no conocía nada de este rito, me habría encantado verlo y seguro que me habría emocionado, como a ti. Me pregunto si aparte de lo folklórico, la gente tendrá conciencia de esto que dices, de que es un cierto homenaje a los emigrantes de cualquier lugar del mundo. Es preocupante lo dices, estoy de acuerdo contigo, es fascista y hay que abrir bien los ojos, porque a veces se mueve cerca como una serpiente, en silencio y de forma sibilina.
ResponderEliminarUn beso.
Todas la razon, amigos, gracias por dejar vuestras opiniones. Siempre hay que estar atentos. Y no digo que aquellos otroras inmigrantes tampoco recibieron tratos racistas en América, pero no sé si porque eran otros tiempos todo era más fácil, incluso esa adaptación de unos con otros.
ResponderEliminarEl padre italiano de mi cuñada, por ejemplo, obtuvo la nacionalidad venezolana en menos de dos horas de pisar Venezuela (por los años de la post guerra). Eso ahora suena a ciencia ficción. vaya mundo.
Interesante ritual, no lo conocía. Muy bello y simbólico. Gracias por compartirlo Claudia.
ResponderEliminarEfectivamente, parece que vivimos inmersos en cerrazón y el racismo más recalcitrante, y que esa sociedad ¿bien pensante? tiene alzheimer y no recuerda que Europa fue un pueblo emigrante.
Toda la razón, Alma, la clave está en la falta de empatía con "el otro". Hay que ejercitar ese sentimiento, como si de un músculo se tratase. Gracias por pasarte y dejar tu opinión.
ResponderEliminarHas dado en la diana del tiempo. No podía ser más acertada esta entrada, cuando a un presidente de la República francesa no se le ocurre mejor cosa que deportar rumanos de etnia gitana, por otra parte ciudadanos de pleno derecho de la UE. El emigrante que se echa a la mar o a la carretera es tan antiguo como el hombre, y de sus viajes y sueños se han construido muchos países.
ResponderEliminarPues hoy me alegra la noticia de un posible expediente a París, por parte de la CE ante la expulsión. Parece que el ministro francés de exteriores se ha mostrado muy sorprendido, pero para la mayoría, (espero) es lo mínimo que la CE podría hacer en esta xenofobia estatal.
ResponderEliminarMuy bonitas las fotos, 40 años en Gijón y nunca he bailado la danza prima el día de Begoña.
ResponderEliminarEso si, me he pasado horas sentada mirando el Monumento a la Madre del Emigrante y se me ha encogido el alma.
Con la vida de mis padres fuera de España se podría escribir un libro, por desgracia... muy triste.
Tienes unos blogs estupendos.
Besinos
Ciertamente; Hilda, mi suegro lleva allí años y tampoco lo baila. Ese monumento que mencionas, me gusta mucho, sip, le hice algunas fotos.
ResponderEliminarMe gustó el corazón que le ponía mucha de esa gente que bailaba.
Saludos y gracias por tus comentarios.