
"El principio es parecido a un espagueti western
con iconografía de la Segunda Gerra Mundial"
Q. Tarantino
...Inglorius Basterds (2009) es la más reciente entrega de
Quentin Tarantino, la cual fuera estrenada y nominada a mejor película, en el pasado Festival de Cannes. Traducido su título en España de manera poco feliz como
Malditos bastardos, se tiene programado para mediados de septiembre (18) su estreno en la península ibérica.
Fotograma de la primera escena de la película.

Ambientada en la Francia ocupada por los nazis, un grupo de violentos vengadores anónimos, apodados los Bastardos, se disponen a cazar nazis... varias historias se entretejen en este pulso de "malos-nazis" y "buenos-resistencia", en donde la libertad creativa del director, como una justiciera, intenta cambiar el rumbo de lo que pudo haber sido la historia.

Una vez más Tarantino hace gala de su fantástico ritmo narrativo, de una banda sonora siempre para tomar nota, sus diálogos aparentemente fútiles que son una verdadera gozada. La fotografía es sobria y hermosa, que encaja de maravilla con la época y la historia. Ah, y cómo olvidarlo, tampoco se olvida de uno de sus más amados fetiches: los pies femeninos y los zapatos...
Poco hay que sobre en esta película, quizá solo una secuencia en la que se muestra a los aliados ingleses, y aunque dicha secuencia es clave, le sobran algunos minutos y el ritmo cae, con un Mike Myers que recuerda mucho a la afectación, en cuanto el acento británico, de su personaje Austin Powers.
Por lo demás, tiene escenas largas (típico de Tarantino) y memorables, como la que da inicio de la película, la de la taberna (rayana en la perfección) y la previa al desenlace.

Pero hay algo que uno se ve obligado a subrayar en
Malditos bastardos, y son la actuaciones, en las que destacan impecablemente el "bando" europeo. Lo mejor y una fantástica sorpresa: el actor austriaco
Christoph Waltz, como el coronel Hans Landa, todo un derroche de registros, con los que adereza a su personaje, otorgándole una dimensión más profunda, que hace que pase con una facilidad pasmosa desde la infamia hasta el humor... nunca un villano tan malo pudo hacernos reír con la misma facilidad que odiarlo. Dicha actuación fue reconocida en Cannes con la Palma de Oro al mejor actor. Todo un acto de justicia.
Christoph Waltz, ganador de la Palma de Oro en Cannes por su brillante actuación.
A ello contrarresta la floja y plana actuación del celebérrimo Brad Pitt, que no pasa de la caricatura, que hace reír a los primeros minutos pero luego se te antoja muy vista. Sus registros tienen un techo muy bajo, y cuando mucho, llega apenas a estar correcto. Creo que funciona bien para el marketing, pero nada más.
Mélanie Laurent se maquilla para el combate.
Cabe también destacar la actuación de la actriz francesa
Mélanie Laurent y de la alemana
Diane Kruger, ambas convincentes y realmente deliciosas. Una vez más el director encarna en la mujer, una suerte de ángel vengador. En esta oportunidad, se aleja de sus heroínas pasadas en cuanto a la violencia, pero siguen siendo mujeres de armas tomar.

También hay que mencionar la breve aparición, pero potente, del joven alemán
August Diehl y la convincente y sobria actuación de
Daniel Brühl, que encarna a un lobo con "piel" de cordero. No así sucede con el elenco que compone a los jóvenes cazadores de nazis:
Eli Roth, Sam Levine o
B.J. Novak, que pasan sin pena ni gloria en sus interpretaciones.
Eli Roth junto a Brat Pitt.
Pareciera que en esta película Tarantino hubiese encontrado el equilibrio entre su imaginación desenfrenada y su perenne homenaje a los clásicos. Totalmente recomendable.
Nota: Importante verla en versión original, ya que hay diversos chistes tiene su base en los acentos o en las lenguas que se hablan.