miércoles, 5 de agosto de 2015

Las mejores películas de 2014, lo que nos dejó el cine

Las mejores películas 2014
I Parte

Más de una año sin poder escribir en este blog, y con muchas ganas de volver, finalmente, el día ha llegado. Y entre otros resortes que me han impulsado, es maravillarme ante tantas joyas que nos ha dejado el séptimo arte. Este año, creo que mi lista encierra un mayor número de películas que me entusiasman menos en comparación a 2013. Normalmente, las tres primeras de mi lista están ordenadas de manera ordinal que obedecen a mi preferencia, el resto, quizá es más difícil seguir en ese orden y quizá su inclusión en esta lista no obedezca a que sean obras maestras, sino que, sin duda, son películas notables en mayor o menor medida, pero que al final dejaron algo que se puede considerar un aporte. Esta vez, la lista es más distendida y quizá se alargue a tres entregas… ya veremos.


Winter Sleep (2014, Nury Bilge Ceylan): El director turco se hizo, gracias a esta joya, con la Palma de oro en Cannes 2014. Un drama que se desarrolla, en más de tres horas de film, en Anatolia: allí viven un matrimonio cultivado y burgués en su propio hotel,  junto con la hermana del marido, recientemente separada. La atmósfera es tensa, siempre incómoda, la exploración de dos mundos, característicos de sus películas,  tal como apunta la crítica Rachel Donadio del NY Times,  en el que se contraponen lo rural y urbano, la clase obrera y la ilustrada, religión y laicismo, pero sobre todo el honor, el orgullo y la moral y nuestra capacidad e incapacidad de expresar el amor. Una película que deja poso, áspera y hermosa.



Mommy (2014, Xavier Dolan): Dolan, el niño prodigio de Quebec ganó el Premio del Jurado ex aequo en Cannes junto con el totem J.L. Godard (a quien no le hizo ni la más mínima gracia). El joven director mantiene su frescura y riesgo, trayéndonos un drama de una familia de un barrio periférico. Insiste en su fascinación con la figura de la madre, maravillosamente interpretada por una de sus musas Anne Dorval, y como sus otras películas, prácticamente se desarrollan entre poquísimos personajes. Buen ritmo, convincentes actuaciones, estupenda banda sonora, como siempre.



Leviathan (2014, Andrey Zvyagintsev): Mantiene a los mismos guionistas de su magnífica Elena para traernos esta historia que gana en elegancia narrativa, en la que nos vamos enterando de lo que sucede sin discursos evidentes y explícitos. A través de las imágenes y pequeños sucesos se va completando la narración, sabemos entonces lo que sucede en ese pueblo y a esa familia protagonista, como por ejemplo, cuando se nos muestra, de fondo y de repente, esos edificios abandonados que terminan por sustentar el por qué de la historia. Cada giro sorprende, lo que uno se espera, no sucede, llena de sorpresas en esa  oscuridad que contrasta con la diafanidad del paisaje y su impecable fotografía. Excelente. Cine en estado puro.



Uno tras otro (Kraftidioten, 2014 Hans Petter Moland) El director noruego nos trae este drama que desemboca en una suerte de comedia negra. Con clara reminiscencias del cine de gánster de Tarantino, en la que se incluyen conversaciones banales e hilarantes de los delincuentes. Un paisaje invernal infinito y constante como telón de fondo, actuaciones impecables, acción y, lo mejor, un jefe de banda vegano. 



Black coal (2014, Yi'nan Diao) De china nos llega este film policial, premiado en la Berlinale con el Oso de oro a la mejor película y al mejor actor en 2014. A pesar de que su protagonista es un policía que se aleja de el cliché hollywoodense, un antihéroe en toda regla, el género se mantiene gracias a una investigación policial llena de acción y muchas sorpresas. Muy buena.



La venus de las pieles (2013 Roman Polanski) Otro ejercicio de adaptación de este director en el que sale airoso. Una película sencilla en cuanto su puesta en escena (todo ocurre en un ensayo de teatro) pero del que saca punta a sus dos magníficos actores. Los personajes, en su meta representación, juegan a la contraposición e intercambio de roles: el intelectual director frente a la actriz sexy y tonta,  el macho alfa ante la gatita sumisa… bravo.



Dos días una noche (2014, Jean- Pierre y Luc Dardenne) Una vez más los hermanos Dardenne vuelven a la carga, esta vez como protagonista a Marion Cotillard, que confieso no suele deslumbrarme mucho. Pero la historia es interesantísima por el dilema moral que plantea y su rabiosa actualidad. Ambos, saben llevar bien la historia, no sueltan el ritmo, y siempre agradezco que siempre dejen una ranurita para lo positivo.



El gran hotel Budapest (2014, Wes Anderson), ganadora de un Globo de Oro como mejor comedia y en Berlín se llevó el Gran Premio del Jurado de la Berlinale. Como siempre, uno de los logros de este director es su capacidad de crear mundos tan singulares como sólidos. Una película llena de historias extravagantes, simpáticas y divertidas.



Solo los amantes sobreviven (2014, Jim Jarmush) El mítico director se lanza con esta historia nihilista y romántica de vampiros que, más allá de su estetica intencionadamente cool, logra ser graciosa a ratos, extraña, pero sobre todo lánguida, gracias a  la atmosfera densa y narcotizada (adjetivo que robo de Jonathan Rommey) que le confiere el director. Sin ser una maravilla, creo que puedo añadirla como una de las mejores de 2014.



La isla Mínima (2014, Alberto Rodríguez). ¡Albricias! al fin una película española en esta lista. Sí, celebro el trabajo de Rodríguez, una dirección sobria, un thriller contado con pulso, buenas actuaciones, hermosa fotografía. Entiendo por qué arrasó con los Goya 2014.



Nymphomaniac vol. II  (2013, Lars von Trier) Quizá en la segunda entrega no tenga la misma fuerza de la primera, y que su final cueste un poco verlo como coherente, sin embargo, este segundo volumen sigue siendo interesante: la exploración de diversos temas alrededor del sexo y la misma condición humana que indaga entre la moral y lo abyecto. En esta entrega permanece la inteligencia de la primera, su humor  a ratos y, sin ser una maravilla, qué duda cabe que resulta igualmente estimulante, tal como en las novelas de Sade, que más allá de sus descripciones carnales, lo que se plantea acá son más bien preguntas.



Party Girl,  Mil noches, una boda (2014, Marie Amachoukeli-Barsacq, Claire Burger y Samuel Theis). Una excelente sorpresa, otra película que sin ser una joya, deja buen sabor de boca en todos los sentidos. Aplaudo las películas que hablan del amor "maduro", en toda su profundidad y complejidad, tema que el cine mainstream  huye como de la peste. Una cabaretera madura decide probar con una vida convencional… el cambio, le hace posarse muchas preguntas y vamos viendo la vida de esta mujer un poco más en profundidad. Excelente banda sonora.